Inicio The Open Championship The Open Championship 2019 Rahm sigue escribiendo su particular manual sobre cómo afrontar los Grandes

Rahm sigue escribiendo su particular manual sobre cómo afrontar los Grandes

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Jornada de perros en Royal Portrush. Lloviendo sin parar desde antes de las seis de la mañana hasta pasadas las 13 horas. Con diferentes intensidades, sin llegar a jarrear nunca, pero cayendo agua sin parar. Una lluvia, además, combinada con un viento del Sur que se hacía notar mucho. Que tocaba la moral y que complicaba el campo sobremanera. A todo esto, Jon Rahm tenía previsto salir a jugar a eso de las ocho de la mañana, pero el panorama le hizo desistir. ¿Una señal de debilidad o de aburguesamiento, sobre todo teniendo en cuenta que el martes sólo había jugado siete hoyos del recorrido norirlandés? La realidad es distinta y más profunda que eso.

Blog de Jon Rahm | He cambiado mucho desde la última vez que jugué en Royal Portrush

El tiempo pasa volando y hasta el joven Rahm va teniendo ya suficiente experiencia en determinadas materias. Al fin y al cabo esta semana va a disputar su decimocuarto grande, una cifra a la que muchos jugadores no llegan en toda una carrera. “En una semana como la de un Grande hay que ser más egoísta. Tienes que hacer las cosas por ti mismo, lo que creas que te va a venir mejor esa semana”, ha señalado hoy ante los medios españoles. Y es que una de las conclusiones más claras que el vasco ha sacado de su experiencia es que la semana de los Grandes se juega más en la cabeza que en el propio campo. Digamos que para él es más importante la frescura mental que el aluvión de datos.

Confidencias entre Jon Rahm y un vecino de Portrush

No hay dos manuales iguales al respecto; cada cual tiene que escribir el suyo y seguirlo sin pensar qué esperan los demás o la gente que hagas. Justin Rose, por ejemplo, lleva en Portrush una semana, desde el pasado miércoles, tratando de descifrar sobre el terreno cada clave, cada golpe. Jon, por el contrario, consideraba que el simple hecho de salir hoy a jugar en unas condiciones duras de juego lo único que podía hacer era restarle confianza e introducir demasiadas variantes en su cabeza. Los 18 hoyos que jugó el lunes le parecen más que suficientes, lo que no quiere decir que en otra ocasión, en otro campo, su intuición le dicte otra cosa. Pero esa es la cuestión: seguir el dictado de la intuición y, sobre todo, guardar energías y preservar fresca y positiva la cabeza.