La pelea entre Tiger Woods y Phil Mickelson por el Número 1 del mundo es uno de los grandes focos de esta 110ª edición del US Open que empezó ayer en Pebble Beach. El primer asalto del combate entre los dos astros del golf mundial hay que declararlo nulo. Si acaso algún puntito más para Tiger, pero apenas imperceptible. Woods ha empezado con +3 y Mickelson con +4. El gran vencedor de este primer capítulo de la gran disputa ha sido, sin duda, Pebble Beach…
Un escenario asombroso, espectacular, extraordinariamente preparado, con unos greenes que quitan el hipo y unas vistas de ensueño. Pebble Beach bien ha podido entrar en la historia, al menos reciente de este deporte. Habría que ver desde cuándo los Números 1 y 2 del mundo del golf se marchan de la primera ronda de un major sin hacer un solo birdie. Eso ocurrió ayer.
Sirva un dato para que se den cuenta de la magnitud del hecho. Phil Mickelson no se quedaba sin hacer un birdie en una ronda de un grande desde la primera del US Open de Oakmont (otro monstruíto) allá por 2007. Lo de Tiger va más allá. No le había ocurrido desde el Masters de 2003. Ya ven, Mickelson y Tiger no pudieron sacarle un birdie a los 18 hoyos de Pebble Beach.
Los dos fallaron en lo mismo. Mantuvieron un juego bastante ordenado de tee a green y se dejaron varias oportunidades de birdie, pero tropezaron en los greenes. Posiblemente, el mejor palo de ambas bolsas les abandonó en el día de ayer.
Todo lo contrario que a uno de los tres primeros líderes, el más sólido, el más fiable a priori: Paul Casey. Su juego largo anduvo errático, especialmente desde el tee de salida. Visitó en muchas ocasiones el rough. Aquí es donde sobresalen las cualidades de un jugador como el inglés. Es cierto que el rough no está especialmente duro, pero se hace aún más asequible para un jugador con los antebrazos de ‘Popeye’ Casey. Se las arreglaba para llevar la bola a green y una vez allí sólo tenía que echar mano de su putter, que ayer tuvo una de esas tarde mágicas con las que de vez en cuando nos deleita Casey.
Casey (-2) comparte el liderato con Shaun Micheel, ganador de grande que lleva mucho tiempo ‘missing’ y que ha entrado en el torneo por las previas y el jugador de Zimbabue, Brendon de Jonge, que ha fabricado tiro sensacionales, como el eagle que ha embocado desde la calle en el 14.
Pebble Beach se ha mostrado fiero, duro. Sólo nueve jugadores han conseguido jugar bajo par. Entre ellos, algunos nombres poderosos: Poulter, Ishikawa, Choi… y el español Rafa Cabrera Bello (ver crónica y declaraciones). El -1 del español, que jugó muy temprano, es puesto cuarto. Al par también hay nombres a tener en cuenta: Luke Donald, Graeme McDowell o Dustin Johnson.
En Pebble Beach si no cazas el green salvar el par se convierte en una aventura de máximo riesgo. Por eso tiene mucho mérito la vuelta de Sergio García (+2). El castellonense viene anunciando una tremenda mejoría en el juego corto, algo básico para fajarse en un torneo como el US Open. Ayer lo demostró. Sólo cogió seis greenes y consiguió salir vivo. Dejó además alguna muestra de su tremenda calidad con los hierros largos. En el hoyo 17 (par 3), el más difícil del día pegó un hierro 4 soberbio que dejó a un metro de la bandera. Sólo Schwartzel, que estuvo a punto de hacer hoyo en uno, pudo mejorar ese tiro.
Pablo Martín y Miguel Ángel Jiménez también han finalizado con un resultado de +2. Los malagueños han peleado su vuelta hasta la extenuación y se han llevado un merecido premio. El +2 es puesto 29º.
El quinto español en liza, Álvaro Quirós, ha sufrido de lo lindo. Ha firmado una vuelta de 80 golpes (+9) y tendrá que hacer hoy una ronda estratosférica para pasar el corte. Si alguien puede hacerlo es el de Guadiaro, que seguro querrá quitarse la espina.
Pebble Beach no sólo castiga a Mickelson y Tiger. También se ha cebado con dos amateurs que estaban manteniendo una bonita lucha con el campo hasta el sprint final. Morgan Hoffman y Hudson Swafford han llegado a los últimos hoyos con opciones de acabar en el top ten. Hoffman ha terminado con un 9 en el 18 (par 5) y Swafford con un 8 en el 9 (par 4). Así se las gasta Pebble Beach.
