Inicio US Open US Open 2010 Ten-Golf tenía que describirles ‘in situ’ una cita única y redonda

Ten-Golf tenía que describirles ‘in situ’ una cita única y redonda

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Ten-Golf ya está viajando rumbo a la península de Monterey, California, precisamente la región donde primero germinó la semilla del golf, sus primeros campos hechos y derechos, al oeste del Mississipi…

Rumbo, en definitiva, a Pebble Beach, seguramente uno de los recorridos más bellos y carismáticos del mundo, y sede esta semana de la 110ª edición del Open USA.

La bella estampa y las fotos de postal de este mítico y nonagenario escenario (abierto en 1919, hace 91 años) podrían ser suficiente reclamo. Pero es que esta edición del segundo ‘major’ del año tiene alicientes casi únicos y redondos.

¿O no es redondo el número de años, y son ya cuarenta, que se cumplen en 2010 sin que un europeo haya ganado este torneo (Tony Jacklin, 1970)?

¿O no es casi único el hecho de asistir en un ‘major’ a un test decisivo en la puesta a punto del Numero Uno, de este Número Uno en concreto, que hace dos días, como quien dice, avasallaba y hoy no deja de buscarse?

¿No resulta extraño, único en el Siglo XXI, que incluso nos atrevamos a no dar a Tiger Woods como principal favorito? A este hombre nunca se le debe hacer de menos, pero es evidente que Woods está sufriendo en el campo de golf lo que no ha sufrido en su vida. Veremos si Pebble Beach (precisamente donde arrasara en el Open USA del 2000) es algo más que el final del túnel… O incluso algo menos.

¿Será capaz Phil Mickelson de arrebatarle el cetro mundial a Tiger en esta cita de altos vuelos? En fin, para ello el bueno de Phil debería romper esa maldición que le persigue y martiriza: cinco veces ha finalizado en segunda posición en el Open USA (años 99, 2002, 04, 06 y 09). Así que tal situación sería única y redonda por doble motivo…

Es casi único, y en todo caso ciertamente relevante, el hecho de que la Armada española repita con cinco jugadores (el año pasado batía su récord de presencia con esta misma cifra). Álvaro Quirós, Sergio García, Miguel Ángel Jiménez, Pablo Martín y Rafael Cabrera Bello. Un bello mosaico del golf español, fiel reflejo de nuestro momento y de sus estamentos, todos bien representados.

Al grano con la pregunta de marras: ¿tenemos alguna opción de victoria? Y la respuesta no puede ser más clara y directa: no hay que ser un lince para darse cuenta de que las posibilidades de la Armada son escasas, por no decir ínfimas (habrá tiempo de analizarlas al detalle, aunque de entrada resulta un mero ejercicio estadístico). ¿Algún problema con ello? Ninguno. Por supuesto, nos pondremos a silbar despistados, situados en las inmediaciones del tee del hoyo 1, y del tee del hoyo 10, según toque y según vayan saliendo los nuestros, apretando los puños dentro de los bolsillos. Por Álvaro. Por Sergio. Por Miguel. Por Pablo. Por Rafa. A ver si al final resulta que le dan un sustito al más pintado…

Estableceremos nuestro cuartel general en Monterey, al pie del Pacífico, a unos ocho kilómetros de Pebble Beach, casi en la mismísima Cannery Row, la avenida crudamente descrita por John Steinbeck en su novela del mismo nombre, ‘Cannery Row’, cuando aún formaban allí en línea las fábricas de conserva de sardiinas…

Y casi pegados prácticamente al Del Monte Golf Course, aquella primera semilla de la que hablábamos al comienzo de esta crónica de viaje. Un campo abierto en 1895, el primero del ‘Salvaje Oeste’, quizá no tan salvaje ya en el momento de su apertura, aunque nosotros no nos fiaríamos demasiado…