Inicio US Open US Open 2016 Sergio reacciona como nunca ante el enésimo tropiezo
Al español se le escapa el us open en la recta final después de crearse una opción de triunfo

Sergio reacciona como nunca ante el enésimo tropiezo

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En el green de hoyo 14 Sergio García (PAR) veía la puerta del US Open abierta. Él se había ganado esa oportunidad a pulso con un parcial de tres menos en el día. Tenía una opción de birdie de unos ocho metros, cuesta abajo, pero acababa de embocar uno de casi cinco metros en el 13 y estaba encendido…

«Era un putt rapidísimo y se me ha ido la cabeza. Venía en un momento muy bueno y he pegado a la bola demasiado fuerte», reconocía el español. A partir de ahí ya nada fue bien. En el 15 fallaba el drive y, de un modo cruelmente absurdo, se encontraba la bola empotrada en la arena. Tuvo que dropar en el mismo bunker y todavía sacó un bogey buenísimo de semejante desastre…

En el 16, con un resultado de -1, sintió que este Grande también se le iba y trataba de cazar el trapo a la desesperada, pero el hoyo estaba imposible (hoy medía 240 yardas y soplaba viento cruzado y en contra; en toda la jornada tan solo vio un birdie) y el riesgo lo pagó con un bogey más, el tercero consecutivo. Tampoco embocaba el putt de birdie del 17 desde unos cuatro metros, ni uno mucho más largo en el 18, aunque estuvo a punto de hacerlo…

Este es el relato de la desgracia y de los errores. Antes, por los trece primeros hoyos de Oakmont, Sergio García había rozado por momentos el recital (bola al agujero desde la arena en el 8, por ejemplo) y, sobre todo, volvía a gustarse, a vibrar y hacer vibrar, incluso sin su versión súper de juego.

Sergio realimenta con este resultado el caldo de cultivo de sus detractores, de eso no cabe duda. Al fin y al cabo lo que ha ocurrido es que no ha podido ganar un grande cuando se ha visto con posibilidades de hacerlo. Sin embargo, también están (estamos) los que asisten (asistimos) estupefactos al espectáculo de ver a este hombre levantarse una y otra vez, por más veces que caiga en los majors.

En esta ocasión, además, existe una diferencia manifiesta. Si el lenguaje gestual da pistas, no digamos el lenguaje oral: «¿si estoy más cerca de ganar un major? Sí, sin ninguna duda. Ya estoy con ganas de ir a Troon y ver cómo está», ha dicho convencido el jugador español, haciendo referencia a la sede del siguiente major que viene en el calendario, el British Open. Es probablemente la primera vez en más de diez años que Sergio García reacciona de un modo tan decididamente positivo. Es la primera vez en mucho tiempo que Sergio sufre un varapalo de ese tipo y lo que le pide el cuerpo es revancha, cuanto antes mejor. Hoy sí estamos convencidos de que hay un antes un después del pequeño drama de Oakmont.