El relato de los acontecimientos del final de la tercera ronda el US Open, aplazada a la mañana del domingo en Oakmont, puede ser así de sencillo: Shane Lowry (-7), con cuatro hoyos por delante, retomaba la acción exactamente en el mismo punto de ebullición donde la dejaba ayer, fiable con el juego largo (brillante por momentos) y letal en los greenes, mientras que Sergio García (PAR) pagaba un alto precio por dos disparos defectuosos, el segundo en el 15 desde la calle y la salida en el tee del 16, y cerraba este tramo con un parcial de dos arriba.
En apenas una hora el escenario cambiaba dramáticamente para el español, casi sin darse cuenta. No le busquemos tres pies al gato. Sergio no iba presionado ni nervioso. Buscó el trapo en el 15 y su bola cerró un poco más de la cuenta para acabar en el bunker y acto seguido, en el 16, quiso entrarle a la bandera con un fade controlado y la bola no terminó de abrir para aterrizar de nuevo en otra trampa de arena. Mirando atrás da verdadera rabia encontrarse al castellonense en esta situación casi sin comerlo ni beberlo, con lo bien que había llevado toda la semana. Pero los hechos y la realidad son como son: Lowry, un jugador natural y con la cabeza bien puesta, un hueso duro de roer, ha disparado sus opciones de ganar su primer Grande, mientras que al español se le han complicado demasiado las cosas.
¿Declaramos imposible la remontada del de Borriol, estando como está a siete golpes del liderato? En primer lugar, sería estúpido hacerlo con 18 hoyos por delante en un US Open, teniendo en cuenta que hoy los greenes pueden alcanzar su punto máximo de dificultad (el doble corte y el rulo no se los quita nadie antes de arrancar la vuelta definitiva y hace ya muchas horas que no cae una gota desde el cielo de Pittsburgh). Y en segundo lugar, no es tampoco ninguna locura mantener viva la esperanza al abrigo de la propia actuación de Sergio durante los primeros cincuenta hoyos y hasta este tramo maldito de la mañana del domingo.
Al fin y al cabo, además, está a solo tres golpes de la segunda plaza que ocupan Andrew Landry y Dustin Johnson (magnífico el final del primero, la gran revelación, con birdies en el 17 y 18). Quiere esto decir que el abanico de candidatos se abrirá de nuevo si Lowry pierde el paso en la vuelta definitiva. Siendo así, puede que valiera hasta un acumulado final de -2, o incluso rondando el PAR… Consulta aquí los resultados.
