Segunda jornada del US Open. Se confirma que Erin Hills no tiene ningún respeto a los galones. La sede de Wisconsin pasa a la historia como la mayor trituradora del ranking mundial. Dustin Johnson, Rory McIlroy y Jason Day han tenido que hacer las maletas antes de tiempo. Es decir, el Número 1, el 2 y el 3, a casa por la puerta de atrás. Es la primera vez que esto sucede en un major desde que existe el ranking mundial, hace ya 31 años.
Pero no queda ahí la cosa. También es la primera vez que sólo pasan el corte en un grande cuatro jugadores del top ten mundial. Casi hay que calificar de hazaña lo que han logrado Jordan Spieth, Sergio García, Rickie Fowler y Hideki Matsuyama. Los supervivientes. Está claro que Erin Hills tiene la mirada sucia cuando se trata de la alta alcurnia.
Más allá de entrar en la historia, Erin Hills ha dado hoy una vuelta de tuerca a sus condiciones. El tiempo le ha hecho un favor a la USGA. Más de 24 horas sin llover es un maná caído del cielo para los jefazos del US Open. Y lo han aprovechado. Greenes más duros y rápido, banderas muy complicadas y el liderato que no se ha movido de siete bajo par. Es cierto que para los estándares habituales del US Open es casi un sacrilegio pensar en 42 jugadores bajo par después de 36 hoyos y un corte situado en +1. Eso es raro, qué duda cabe, pero da la sensación de que si no llueve, este US Open va a ir a más y parece bastante probable que el liderato no se vaya a mover demasiado.
Así las cosas, tenemos a cuatro líderes con -7: Paul Casey, Brooks Koepka, Brian Harman y Tommy Fleetwood. Mano a mano entre Estados Unidos e Inglaterra. A un golpe están Jamie Lovemark, Rickie Fowler y J.B. Holmes y a dos se han colocado Si Woo Kim, Hideki Matsuyama, Xander Schauffele, Brandt Snedeker y Cameron Champ. Ya ven, la clasificación está muy compacta… y extraña.
Para encontrar al primer ganador de grande de la tabla hay que bajar al puesto 19º. Allí están Sergio García y Martin Kaymer defendiendo el pabellón con -3. Se pueden imaginar cómo puede ser un día del movimiento en el US Open con tanto jugador inexperto en la tarea de rematar majors. Puede pasar de todo.
Habrá que estar muy pendientes del tiempo. Si llueve, como dice la predicción, la USGA no podrá hacer demasiado para endurecer el campo. Sin embargo, si la tormenta pasa de largo y se sigue secando el campo, el asunto se va a complicar muchísimo. Lo cierto es que la igualdad es tremenda. Todos los que han pasado el corte están separados únicamente por ocho golpes. Un dato: hay 18 jugadores separados únicamente por tres golpes, la mayor cifra desde 1972. Permanezcan con los ojos bien abiertos porque se avecina un fin de semana de órdago.
