Tenía que ser aquí. Tenía que ser en Erin Hills, en Wisconsin, en el recorrido más fácil de la historia del US Open.
Sí, igual es atrevida la sentencia, pero las pruebas con irrefutables. Justin Thomas ha entregado una tarjeta de 63 golpes en la tercera ronda del US Open, con eagle incluido en el hoyo 18, y ha establecido un nuevo récord en el torneo. Es la vuelta más baja de todos los tiempos del US Open en relación al par. Supera el ocho bajo que firmó Johnny Miller en 1973 en el recorrido de Oakmont. La mejor en 117 ediciones.
Thomas ha firmado un vueltón estratosférico con nueve birdies, un eagle y dos bogeys. Una tarjeta para la historia que lo ha colocado de momento líder en solitario del torneo con un total de -11.
Tenia que ser en Erin Hills, un campo donde se han visto más vueltas de siete bajo par o menos que en los 116 años anteriores del US Open. Definitivamente, esta sede de Wisconsin quedará para la posteridad como la más light de la historia. No parece un US Open.
Es también el octavo jugador de la historia en hacer nueve bajo par en un Grande, y el segundo más joven.
No es de extrañar que haya sido Justin Thomas el autor de la proeza histórica. Hay que recordar que en este mismo año, en la primera vuelta del Sony Open, firmó una tarjeta de 59 golpes. Thomas es un auténtico microondas del golf. Cuando se calienta es capaz de cualquier cosa.
