– Ian Poulter daba ayer palmas con las orejas al acabar la segunda vuelta del US Open. Poco importaba ese terrorífico final con triple bogey y bogey para caer de la segunda a la cuarta posición. Tenía una cuenta pendiente que saldar y lo había conseguido. Había puesto a Shinnecock Hills en su sitio.
“Te soy sincero, odio este campo. Lo odio desde hace catorce años. Aquí jugué mi primer US Open (2004) y me tuve que ir el viernes a casa fallando el corte tras dos días horribles. Lo odié con toda mi alma. Llevaba muchos años esperando la oportunidad de jugar el US Open y todo acabó demasiado pronto. Odié Shinnecock Hills, como he odidado todos los US Open en los que me he tenido que ir pronto a casa, pero ahora tengo que decir que lo amo. Sí, definitivamente es un amor odio con Shinnecock Hills. La preparación del campo me encanta, me quito el sombrero con la USGA”, comentaba Poulter entre risas tras firmar la tarjeta el viernes.
La realidad es que los números no le dan la razón a Poulter. Su relación con los US Open habría que decir que es más que buena. El odio no es correspondido. Ha jugado doce veces el US Open y sólo ha fallado dos veces el corte y en una ocasión se retiró. En el resto acumula cuatro top 25. Sí es cierto, no obstante, que es el único major en el que aún no ha sumado algún top ten. Quién sabe si toca esta semana. “Llevaba dos años seguidos sin jugar el US Open y creo que la frustración de verlo por el sofá me ha ayudado a estar aquí y a jugar tan bien los dos primeros días. Prefiero estar aquí que en casa”, explicó.
– Tiger Woods no estaba contento tras fallar el corte. Ni siquiera los dos birdies finales para acabar le devolvieron la sonrisa. Sin embargo, no tuvo ningún reparo en atender el tiempo que hiciera falta a los medios. Ahí fue cuando lanzó un desafío. Le preguntaron si se veía capaz de ganar de nuevo un grande, a lo que respondió de manera tajante: “Absolutamente”. Pero fue más allá, se quedó con la mosca detrás de la oreja por la duda del periodista y le preguntó: “¿Tú has visto cómo le estoy pegando a la bola?”. Hay que decir que el tono fue amable, entre risas y mostrando esa otra cara de Tiger que mantiene tanto en los buenos como en los malos momentos. Lo cierto es que esta semana ha seguido pegando bien a la bola. Ha cometido algunos errores, obviamente, pero sobre todo, no se ha visto ayudado por el putter.
– Dustin Johnson tiene un idilio especial con el US Open, y no sólo porque el hecho de ser el único grande que tiene ahora mismo en su palmarés. Ha liderado el torneo en seis ocasiones distintas contando la de este sábado. Seis lideratos en once participaciones. No está mal… Un dato muy a su favor: los últimos cuatro campeones del US Open eran líderes del torneo después de 36 hoyos.
– El corte en +8 es el más alto desde el US Open de Merion en 2013. Se han visto 34 vueltas por encima de 80 golpes, la cifra más alta desde el US Open de Torrey Pines en 2008. Algunos datos de la escabechina…
– Rafa Cabrera Bello tiene una media este año en la tercera ronda de los torneos de 69,93 golpes. La firmamos también para hoy…
