Inicio US Open US Open 2019 El suspiro de alivio de Jon se ha escuchado hasta en Plentzia

El suspiro de alivio de Jon se ha escuchado hasta en Plentzia

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Jon Rahm. (Copyright USGA/Darren Carroll)
Jon Rahm. (Copyright USGA/Darren Carroll)

Siete vueltas han tenido que pasar para que Jon Rahm vuelva a firmar una tarjeta bajo par en el US Open. La última fue en la segunda ronda de 2016, en Oakmont, cuando aún era amateur. Demasiado tiempo. Sobre todo para un jugador que no está precisamente acostumbrado a moverse sobre par. Era una espinita que necesitaba sacarse y lo ha hecho hoy en Pebble Beach. Vuelta de 69 golpes, con un inicio soberbio. Tres de tres birdies.

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El respiro de alivio de Jon en su último hoyo se ha escuchado hasta en Plentzia, localidad vizcaína próxima a Barrika, su pueblo. El US Open se le había torcido en los últimos años y hoy ha salido con los cinco sentidos puestos en firmar un buen comienzo. El birdie del hoyo 10 (el primero del día), embocando un putt de once metros, ha sido mano de santo. A partir de ahí, ha jugado muy bien al golf, en su línea, sólido, largo y certero con el drive, pegando muy buenos hierros y dejándose oportunidades a diestro y siniestro. Por momentos, ha desplegado un juego sensacional.

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Tan buena era su marcha que incluso costaba no tener un cierto regusto amargo al final del día con el 69. Es un gran resultado, pero ha estado muy cerca de ser aún mejor. Lo ha merecido su juego, pero el putt le ha jugado alguna que otra mala pasada, en especial en los hoyos 5 y 6, cuando se le escapaban dos opciones cortas de birdies y par. En cualquier caso, Jon lo ha digerido bien. Esto es Pebble Beach y se fallan putts cortos. Hay que asumirlo y él lo tiene claro.

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Es el segundo mejor inicio de Jon en un Grande. Sólo lo supera el 68 con el que arrancó el PGA Championship el año pasado. Aquella semana acabó cuarto. No, definitivamente, no es un mal comienzo, ni mucho menos…