Cuando empieza cualquier torneo de golf es de obligado cumplimiento echarle un vistazo a la previsión del tiempo. No queda otra. Es un deporte al aire libre donde el viento o la lluvia pueden influir de manera decisiva. Mucho más hay que conocer esta información cuando se trata de un Major y aún más cuando se juega en Pebble Beach, junto al mar, con todo lo que pueden influir estos factores externos.
Sergio no consigue todavía darle la vuelta a la tortilla
Lo primero que hay que decir en cuanto a la previsión es que el parte meteorológico anuncia un invitado a este US Open al que nadie quiere ver. Hablamos de la niebla. Este miércoles ya hizo acto de presencia y por momentos no se podía jugar, especialmente en los hoyos que van pegados al litoral del Pacífico. Según el especialista del US Open, se espera niebla para la mañana del jueves y del viernes, al menos hasta las 08.00 hora local. Esto significa que si la densidad es importante podría retrasarse el inicio del torneo y comenzar a trastocar algunos planes.
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Después toca mirar al viento. Va a soplar durante los cuatro días. Habrá una brisa constante, sólida, aunque no será ningún vendaval. Las rachas más importantes que se esperan son de casi 30 kilómetros por hora. No es ninguna broma. Eso ya influye. La dirección del viento es del Oeste, en principio la más benigna para Pebble Beach.
Lo que para los mortales es un sueño, para él es un objetivo realista
Por último, la temperatura va a ser fresca. Difícilmente se va a llegar a los 20 grados de máxima y de mínima, tanto al inicio del día como al final podría acercarse a los cinco grados. Los primeros partidos lo van a notar. Campo más largo y húmedo, aunque también los greenes será más receptivos.
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