La lluvia ha dado una tregua importante al recorrido de Shoal Creek y el US Open ha podido empezar con normalidad a la hora fijada: 6.40 en Alabama (siete horas más en la España peninsular). Cayó algo de agua durante la madrugada, pero insuficiente para tener que posponer el arranque del segundo major de la temporada.
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La USGA ha sacado adelante el primer match ball y, además, lo ha hecho bajo sus condiciones. Y es que se está jugando sin colocar bola. Las jugadoras tendrán la posibilidad, eso sí, de aliviarse según la regla de agua accidental allí donde lo consideren oportuno y hay algunas zonas del campo que se han marcado como terreno en reparación para evitar problemas.
En estas condiciones de juego, lo lógico es que los árbitros tengan que actuar en numerosas ocasiones, sobre todo en lo referente al agua accidental. Por este motivo, hay nada menos que 55 árbitros en el campo para lo que pueda ocurrir.
Un US Open raro, raro, raro y que demanda cintura
Se ha salvado el primer match ball, pero aún hay que lidiar con el tiempo. La situación es inestable, aunque bastante mejor que ayer. Entre las 14.30 y 17.30 locales es cuando peor pinta la cosa, aunque la amenaza de lluvia no es altísima. A partir de aquí, el tiempo se espera que mejore considerablemente para el fin de semana, aunque siempre con la amenaza latente de las tormentas eléctricas.
