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¿Alguien quiere un cheque de 1.200.000 dólares?

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Immelman gana por primera vez en Sun City

Hay que ver lo que es la presión de los domingos, incluso jugando un torneo de exhibición como este Nedbank Challenge de Sun City, y por mucho que haya un cheque de 1.200.000 dólares aguardando al campeón…

En la última jornada del torneo sudafricano que se disputa en el Gary Player Country Club pareció por momentos que Trevor Immelman (-16) y Justin Rose (-15) se habían empeñado en no ganar. Por delante del partido estelar, sólo Ernie Els tenía opciones de inquietar, pero era vital que comenzara haciendo birdies desde muy pronto… Y comenzó con bogey en el hoyo 1. Immelman, a pesar de tropezar también en el primer hoyo, después se rehizo y encarriló la victoria, hasta el punto de plantarse en el tee del hoyo 16 con una ventaja importante de dos golpes. A partir de aquí, sálvese quien pueda…

Immelman firmó tres bogeys en el 16, 17 y 18. Pero Rose se empeñaba en igualar las fuerzas desde el tee de salida: no daba una a derechas en estos tres últmos hoyos, aunque dos recuperaciones notables le valieron para conseguir el par en el 16 y 17. Llegaron, pues, empatados al último hoyo, el más complicado del campo. Y ya ven, después de jugar 71 hoyos con tan solo tres bogeys desde el pasado jueves, Rose firmaba un doble bogey que daba el título a su rival. ¿Cómo lo hizo? Muy sencillo: salida desde el tee al rough, sin posiblidad de llegar a green; segundo golpe a calle; tercer golpe, un approach defectuoso que se vuela el green y aterriza en la grada; dropa sin penalidad y y tira su chip a embocar y se pasa unos cuatro metros… Y falla el putt decisivo. Entre medias, todavía vimos a Immelman pasarse también el green desde el centro de la calle; pegar un chip terrorífico (el clásico salto de rana), un nuevo chip y putt desde unos setenta centímetros para ganar.

Son las cosas que tiene un domingo de golf… Ni siquiera Tiger, auténtico domador de ansiedades y arritmias, escapa a la tensión de la última jornada, según en qué situaciones se vea. Y si no, recordemos: aún no ha ganado un grande sin salir como líder en la última jornada. Le gusta controlar desde la altura, pero se presiona en exceso cuando tiene que remontar. Cada loco con su tema…

 

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