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Celia nos deja el modelo que hay que seguir

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Celia Barquín en el U.S. Women's Open Championship 2018, en Shoal Creek Country Club. © Golffile | Ken Murray
Celia Barquín en el U.S. Women's Open Championship 2018, en Shoal Creek Country Club. © Golffile | Ken Murray

“Recuerdo perfectamente la primera vez que viajé con Celia. Fue al torneo de Chiberta, Francia, uno de los clásicos en el calendario anual femenino. Llegamos tarde, como a las cuatro o así, y no nos daban de comer en ningún lado. Conseguí que en la casa club nos sacaran algo de jamón, chocolate y un poco de pan. Me dije, listo, con esto ya comemos todas. Pero ella tenía un plan B. Su padre es carnicero y se había traído en el equipaje un lomo embuchado”. Esta historia la cuenta Mar Ruiz de la Torre, presidenta del comité femenino amateur de la Federación Española de Golf.

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“Tengo claro que al resto de chicas siempre les pondré el ejemplo de Celia, por su preparación para los estudios y por lo trabajadora que era»

Esta anécdota define muy bien quién era Celia. Tenía personalidad, estaba preparada, y no dejaba ningún detalle al azar. Tanto que Mar no tiene ninguna duda de que es un modelo a seguir. “Tengo claro que al resto de chicas siempre les pondré el ejemplo de Celia, por su preparación para los estudios y por lo trabajadora que era. Por su tenacidad. Diría que esta era su principal cualidad. Siempre trabajó muy duro, tanto en el campo de golf como en la universidad para conseguir lo que quería ser. Era muy risueña, madura y de convivencia muy fácil. Tenía sus objetivos clarísimos”.

Una joven con las ideas muy claras y que planeaba jugar en Augusta