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Cuántas veces habrá soñado Rodiles con esa rama

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Carlos Rodiles. © Eoin Clarke | Golffile
Carlos Rodiles. © Eoin Clarke | Golffile

Jamás sabremos lo que habría pasado si Carlos Rodiles hubiera ganado el Volvo Masters del año 2003 en Valderrama. Lo que sí sabemos es que una victoria en ese torneo te cambiaba la vida, recibías un premio espectacular y una exención de cinco años en el European Tour. Le habría abierto las puertas de los cuatro grandes en 2004 y lo habría acercado muchísimo a la Ryder Cup.

Fredrik Jacobson.
Fredrik Jacobson.

Pero ya decimos, todo eso es ciencia ficción. La realidad es que Rodiles estuvo muy cerca de lograr la victoria tras un duelo antológico frente al sueco Fredrik Jacobson. Fue una montaña rusa vertiginosa de golf y emociones. Una jornada eterna que acabó casi a oscuras tras haber jugado nada menos que 28 hoyos, seis correspondientes a la tercera jornada suspendida por lluvia, los 18 pertinentes del domingo y cuatro más de desempate. Una pelea terrible en un campo que no te da tregua en ningún golpe. Una jornada grabada a fuego en todos los que pudieron verla en directo.

El desenlace fue agónico. Rodiles y Jacobson llegaron empatados al hoyo 16. El malagueño, apoyado por muchísima gente que se desplazó ese domingo a Valderrama, cometió bogey y salió con un golpe de desventaja al 17. Allí, todo volvió a cambiar. Una vez más en el 17. Carlos firmó un excelente birdie y Jacobson cometió doble bogey tras enviar, bienvenido al club, su bola al agua…

El asunto pintaba muy bien para Rodiles. Se plantó en el tee del 18 con dos golpes de ventaja. Pero claro, el último hoyo de Valderrama es traicionero como pocos. Tuvo muy mala suerte de salida. No cazó la calle y, además, la bola se quedó junto a una rama que no podía quitar porque corría el riesgo de mover la pelota y recibir penalidad. No impactó bien con la pelota y se quedó corto. Acabó haciendo bogey y su rival sacó un birdie sideral. Empatados y al playoff.

Rodiles jugó mejor los tres primeros hoyos del desempate. Tuvo opciones de ganar, pero el putt se mostró esquivo. Finalmente, Jacobson se impondría en el cuarto, después de un error en la salida del golfista andaluz. Se desvanecía el sueño de un jugador que entonces tenía 28 años y que apuntaba a crack mundial. “Muy pronto vamos a oír hablar de Carlitos”, decía esa semana Miguel Ángel Jiménez, que lo esperó en el 18, antes del playoff para darle ánimos y un último consejo: “Olvida todo lo que ha pasado en el 18 y respira profundo antes de salir al playoff”.

Aquel segundo puesto en el Volvo Masters de 2003 fue el mejor resultado de la carrera de Rodiles. Por primera vez se metía en el top 100 mundial y alcanzaba su mejor puesto de siempre: 95º. Carlos estuvo once semanas entre los cien mejores del mundo y sumó hasta ocho top 5 en el European Tour en su vida. Sólo se le resistió la victoria. Una victoria que habría sido más que merecida.

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