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«Donald me ha dicho que está orgulloso de mí»

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Sergio García no ha dejado de atender a los medios desde su fulminante y avasallador retorno a la senda del triunfo en Castellón. Pero esta es la primera vez en las últimas horas, y antes de volver a la acción en Valderrama, en la que echa el freno de verdad y se para delante de una cámara en su refugio de Finca Cortesín…

Para digerir. Para echar también la vista atrás. Y, por qué no, para recrearse en este momento. Su momento…

Unas cuantas felicitaciones te habrán llegado. ¿Podemos cotillear acerca de algunas de ilustres deportistas?

Afortunadamente he recibido muchísimas. Rafa me felicito. Me decía que le pareció espectacular. Caroline (Wozniacki) y Rory (McIlroy) me mandaron un mensaje de felicidades, aunque me decían que el Trofeo era bastante feo… (risas). Decían: hombre el trofeo podrían haberlo conseguido más bonito… Muchas, de amigos. Futbolistas, ex futbolistas. También Mardy Fish…

¿Y Luke Donald?

Ah, perdón, sí. Me mandó un mensaje…Además por la noche yo le vi a él y pensé, me esperaré a que acabe para mandarle un mensaje mañana y a las seis de la mañana recibí un mensaje suyo. Decía que estaba muy orgulloso de mí. Y que le había inspirado a él…”Me has inspirado y me has ayudado a jugar bien y a ganar”.

Es la primera vez que ganáis a la vez…

Sí.

Él también ha estado ahí en los momentos más duros tuyos…

Siempre nos hemos apoyado el uno al otro. Cuando estuve en Chicago cené con él en su casa. Estuvimos hablando. Él sabe los momentos que he pasado yo, que obviamente he hablado con él. Y yo también sé de algunos momentos complicados suyos.

¿El Número 1 es la mejor pareja que has tenido en la Ryder?

No sólo eso. Es mi mejor amigo en el tour. Y también hemos hecho buena pareja, es cierto, y ahí están los resultados en la Ryder. No sé por qué, a lo mejor porque somos muy diferentes, nos es muy fácil jugar uno al lado del otro.

Él dijo hace poco, quizá fue en el Madrid Masters, que tú le transmites energía…

Él es más tranquilete, más calladito, y a lo mejor cuando llegamos a la Ryder es verdad que yo le inyecto energía Ryder Cup.

Esos 257 golpes. Y aun así, siempre queda un punto de inconformismo, tal y como dijiste después de ganar.

Si os pareció que lo dije de esa manera, no fue así. Mi inconformismo fue respecto al resultado de algunos golpes. Eso no quiere decir que hubiera hecho menos. Pero sí me hubiera gustado pegar algunos golpes de forma distinta. A mí el récord… quien me conoce sabe que me da igual. Nunca me he interesado por los récords. Ni sabía que podía ganarlo. Me enteré después de acabar cuando me lo dijo Miguel Vidaor.

La vuelta perfecta en tu cabeza, entonces, ¿cómo es?

No existe. Es muy difícil. Ya no te digo una vuelta. Ni siquiera nueve hoyos… Lo que se puede llamar un golf perfecto, no existe… Es muy complicado pegar tantos golpes buenos durante tantos hoyos seguidos. Además, la perfección… Depende del momento y de la situación. Yo, por ejemplo, en el hoyo 2 el domingo en Castellón, un par 3 largo y tenso, pegué a green y la dejé a ocho metros. Un golpe perfecto sería dejarla dada, pero para mí en ese momento aquel golpe fue también perfecto a su modo. A lo mejor en un momento dado el golpe perfecto no es dejarla dada, sino hacer lo que quieres hacer o necesitas.

Con qué golpe te quedas de la semana en Castellón

Fueron muchos. Hubo momentos importantes durante toda la semana. El birdie del hoyo 2 de la primera vuelta, después de haber jugado del 10 al 18 y no haber jugado bien… Ese primer birdie que me dio confianza fue importante. Para mi uno de los golpes más importantes de la semana fue el sábado en el hoyo 8. Venía de hacer un putt importante en el 7 de birdie. Pero en el 8 la madera 3 es buenísima, la dejé cerca para eagle y lo metí. Y se me ve en la reacción después de pegar la madera, que grito, coño, vamos, no sé qué… Cogí buena sensación para empezar a despuntar.

¿Habrá un antes y un después de Castellón? ¿O esto es un proceso paso a paso?

No. Todo sigue. Ahora no voy a ganar todos los torneos por muchas… Ha sido un año muy importante en mi vida en el sentido de que he ido mejorando poco a poco, sintiéndome bien, cogiendo confianza. Yo creía que había merecido ganar ya algún torneo, pero era cuestión de seguir por el mismo camino.

Y cuál fue ese torneo de 2011 donde tú dijiste, aquí me empiezo a parecer a quien quiero, a lo que quiero…

Sinceramente, en Dubai. Jugué dos primeras vueltas muy buenas. El sábado, con mucho viento, sin jugar del todo bien iba aguantando también, e iba líder, hasta que en el 17 pego un golpazo que podía ir a centro de green (es un par 4 al que se puede llegar de uno desde el tee), y pasa una de esas cosas que pasan en golf. Hay tres palmeras así de anchas (hace un gesto dejando claro que son muy estrechas) y justo le pego al tronco de una, me la lleva a un arbusto y hago doble bogey. Son esos momentos, como decíamos antes con la madera 3 del hoyo 8… Pero aquí fue del revés. Acabas el día desinflado. Todo el día luchando para que me pase esto. Pero de juego me notaba bien, que todo iba mejorando. Me faltaba aún algo de confianza y consistencia.

Ese golpe en la palmera hoy te afectaría menos. En aquel momento estabas más frágil…

Sin ninguna duda. Era el principio del año y estás intentando despuntar otra vez… Y te influye más, es cierto. Pero bueno, fue una semana importante. Y luego también la semana del US Open… Aunque más que esa te diría que la de la clasificación para el US Open. Estar ahí, jugar el play off, hacer birdie en el 1 y clasificarme. Una sensación nueva e interesante. Todo ese cúmulo de experiencias y de momentos ha ayudado.

Últimamente, en los últimos meses, casi años, en tus peores momentos has venido repitiendo algo así: voy sabiendo lo que quiero ser, lo que quiero hacer… Parecía algo más vital que referido al golf. ¿Qué cosas eran esas?

Son cosas mentales. Son cuestiones de, cómo diría, de encontrarme yo interiormente, de saber aceptar las cosas mejor, y sobre todo de intentar coger lo positivo de lo bueno y de lo malo que te pasa en el golf y en la vida. Saber dónde quieres estar. Y sobre todo aceptar las cosas como son.

Y entonces llegamos al punto de ver a un Sergio pleno de tranquilidad, serenidad, paz, antes incluso de comenzar el torneo en Castellón.

Es importante también lo que ocurre fuera del campo. Estar bien con tu gente y que esa gente tuya sepa llevarte.

Hoy eres más optimista.

Sin ninguna duda. Si las cosas salen como la semana pasada es mucho más fácil, eso está claro. Pero, sí, intento estar más positivo en general, ver lo positivo de cada cosa. Y no solo jugando, sino cuando estás con tu novia, tu familia, tus amigos, con el equipo de fútbol…

¿Y llegaste tú solo a todo eso?

Sí. Rodeado de mi gente y de su ayuda, pero sí. A finales de 2010 le dije a mi padre que no quería tener ningún entrenador. Ni de putt ni de approach. Mi padre sí, por supuesto, es mi entrenador de juego largo, pero quedamos en que él sólo me va a ayudar cuando yo le pregunte. Sobre todo lo que yo buscaba era volver a sentir. Coger esas sensaciones que tenía antes. Yo iba al campo y sabía lo que quería hacer… Pero llega un momento en que, con la mezcla de todo lo que me ocurre, me pierdo. Me pierdo e intento hacer muchas cosas, intento arreglar muchas cosas y se me olvida sentir la bola, sentir el golpe. Y ahí es donde digo: aquí está pasando algo. Es que no soy capaz de jugar…

El jugador robot, tan de moda…

Sí, pero todo depende del jugador. Hay jugadores que sí les funciona. Lo que sea bueno para mí a lo mejor no es bueno para Tiger, o lo que sea bueno para Rory a lo mejor no es bueno para mí…Cada jugador es un mundo. Por eso es tan complicado encontrar dos jugadores muy parecidos.

Te recuerda Rafa Nadal al mejor Tiger Woods, cada uno en lo suyo, en el sentido de tener esa capacidad increíble de dar lo mejor, en el momento preciso…

Sí, se podría comparar. Son pesonas muy diferentes, pero en tipo de juego si se podría comparar. Muy fuertes, muy luchadores.

El putt con el grip en pinza. Cuéntanos el proceso de ese cambio.

Empecé a probarlo, pero me decidí a jugar con él en la Final de Dubai de 2010. Tuve buena sensación paro aún no me acababa de aclarar. Después fui confirmando que cuanto más tranquila dejaba la mano derecha mejor pateaba, mejor consistencia tenía. Así fui mejorándolo hasta que justo antes del US Open es cuando ya le cogí más el tranquillo. Ahora puedo meter o o no, pero noto que la mayoría de los putts salen por donde quiero, van por donde quiero y tienen alguna posibilidad de entrar. Es sobre todo ritmo y buen toque.

Fue cosa tuya…

De ver a la gente. Piensas, si a este le funciona… Pero lo pruebas y luego llegas al torneo y no te atreves. Hasta que tomas la decisión pase lo que pase.

De alguna manera te identificas con lo que está sufriendo Tiger, aunque vuestros malos momentos hayan llegado por causas distintas…

Es complicado de decir. Sí y no. Pero más no que sí…Cada uno tiene su problema. Él por una parte se lo busca. Yo lo tengo y luego me como la cabeza solito. Yo intenté solucionar mi problema como pude y él tendrá que hacer lo mismo.

Donald está enorme, pero quizá está más abierta la lucha por el Número 1 ahora…

Quizá pueda decirse que está un poco más abierto que en años atrás. Pero no se puede quitar ni un mérito a la temporada de Donald. Sus números son increíbles. No sé cuántos top-ten. Espectacular. Está donde se merece.

¿Ta planteas algo en ese sentido?

Me ha dicho Carlos (Rodríguez) que estoy en el 31º. Está bien porque estoy entre los cincuenta primeros de un modo más relajado. Más que nada porque me ayuda a hacer mi calendario con más facilidad. Ahora me evito tener que ir a saltos, como una cabra, aquí no entro, aquí sí… En 2008 sí que miraba más, estaba más atento, mirando a ver si podía llegar al Número 1. Ahora no. Me lo planteo más de jugar lo mejor posible y con eso, llegar hasta donde llegue. Dar el máximo y si eso es llegar hasta aquí, pues hasta aquí…

El año 2008 fue entonces el mejor de tu vida profesional.

Sin duda.

Pero esta semana pasada en Castellón sí te habrás sentido como en 2008…

Bueno, es que esta semana… Es que realmente, y aunque sea un poco diferente, la única semana en la que me he sentido como en la de Castellón fue como amateur en un torneo en Hossegor que gané por 19 golpes. Hice -20 y el segundo hizo -1… Son esas semanas en las que no sólo juegas bien, sino que además todo va encajado. Metes muchos putts y además metes justo los que tienes que meter, pegas un mal golpe y tienes suerte y a lo mejor sacas el par, nunca haces más de las que tienes que hacer, haces un bogey y no te preocupa… Son de esas semanas en las que lo ves todo diferente. En 2008 tuve muchas semanas buenas, pero no como ésta…

Entonces es una semana única en tu amplia carrera profesional. La mejor.

Sí. Una semana en la que iba todo así, suave… También con tus momentos de tensión, pero distinto. La he vivido como si estuviera en casa sin ser semana de torneo, pero resulta que sí era de torneo.

Y Glenn, tu caddie, qué le dice a un jugador que marcha de ese modo…

Bueno, él sacaba la varita y me decía sigue cabalgando así…No, en serio, él ya me conoce mucho y no dejaba que me relajara. Y en los momentos tensos me decía alguna chorrada para que no me presionara demasiado. El último día en el 15, pegué un hierro 6 directo a bandera… Me volví y le dije: “directa a bandera otra vez”. Y él me responde: “sí, son cosas que ocurren”. Son tonterías.

Esta semana, Valderrama. ¿Cómo te encuentras aquí?

Bien, como siempre. Lástima que haya llovido tanto. Greenes blandetes, pero rápidos. Me encanta jugar aquí.

Eso de pegar drive y drive en el 17 en la vuelta de prácticas… Eso no te vas a atrever a hacerlo el jueves.

Se lo pregunté a Glenn. ¿Me vas a dejar pegar drive-drive?. Y me dijo, hombre, si vas ganando de once, sí….