Gonzalo Fernández Castaño ya está en Ohio para disputar el primer torneo de las Series Finales del Web.com Tour. Este jueves empieza la repesca para volver al PGA Tour, o como él mismo dice, el “mulligan”. Antes de arrancar atiende a Tengolf y nos cuenta sus sensaciones, las claves de la temporada, el nacimiento de Mateo, su cuarto hijo, y hasta tiene un elegante recuerdo hacia Samuel del Val. Transmite optimismo y no hay mejor manera de empezar estos cuatro exámenes finales para mantenerse en el PGA Tour.
Este jueves, con el Nationwide Children’s Hospital Championship, arrancarán tus terceras Series Finales del Web.com Tour. ¿Hay diferencia entre esta vez y las dos anteriores?
Es la tercera Final que juego en tres años. No es el sitio donde me gustaría estar, pero no deja de ser una segunda oportunidad, un mulligan. El otro día estuve pensando en esto. Hace dos años, cuando perdí la tarjeta por primera vez, que era la primera vez que la perdía en cualquier circuito, estaba un poco fastidiado porque no sabía qué iba a pasar o lo que me iba a deparar el futuro. Estaba más asustado. Ahora, ya lo he vivido dos años, conozco los campos y la verdad es que me apetece. Esto muy ilusionado. He tenido un año muy malo y ya en junio, después del Travelers, me mentalicé de que tenía que hacer cambios en el siwng para volver a ser competitivo y recuperar la sensación de los años 2012 y 2013, mis mejores años. Dejé como entrenador a Randy Smith y trabajé duro con José Carlos y Mariano. Nos pusimos a buscar ese swing de aquellos dos años. Nos centramos en llegar a punto a esta Final y no tanto en la tarjeta. El swing está mejor, estoy en el camino correcto, aunque igual no llego en el momento que hubiera querido, pero sí mucho mejor que hace dos años y en un momento mental muy dulce, tras el nacimiento de Mateo hace una semana. Todo fue fenomenal y sabiendo que todo está tranquilo y bien en casa siempre compite mejor uno. Estoy tranquilo y con muchas ganas de afrontar esta segunda oportunidad y ojalá podamos aprovecharla.
«No es el sitio donde me gustaría estar, pero me lo tomo como un mulligan y me apetece jugar, estoy ilusionado»
¿Qué crees que ha faltado para poder entrar en los Playoffs de la FedEx, entre los 125 primeros?
Ha sido un año muy flojo, de los más flojos que he tenido nunca. No recuerdo haber jugando tan mal, ni siquiera el año pasado en el Web o el año anterior. Ha sido un año muy, muy flojito de tee a green, y ha ido complicándose en lugar de ir mejorando. Me iba metiendo cada vez más en el pozo. Llegó un momento que tenía el palo completamente atrapado en la bajada, detrás mío, y desde ahí sólo la bloqueaba a la derecha, y cuando soltaba las manos la ‘hookeaba’. Estaba jugando sin armas. Iba a la guerra con un tirachinas. En el Travelers me di cuenta de que había que cambiar y desde entonces estoy trabajando en poner el palo mucho más delante mío y tratar de recuperar ese vuelo de bola de fade que yo tenía y que tan buenos resultados me dio en su día. El putt no es que me haya salvado porque no ha sido así, pero he tenido una temporada de putt maravillosa, probablemente la mejor de mi carrera, y eso me da mucho optimismo y seguridad. Si empiezo a jugar bien de tee a green, pateando como estoy pateando ahora, creo que puedo conseguir todavía alguna victoria. Al principio me faltó meter bolas en la calle y jugando desde el rough es muy difícil. Si la metía en calle tampoco las dejaba cerca y tampoco el juego corto ha estado muy bien. Lo único destacable de este año ha sido el putt.
«Hasta el Travelers sentía que estaba en una guerra sin armas, combatiendo con un tirachinas»
Algo que hayas aprendido de esta temporada regular…
Me gusta hacer el balance al final del año, en noviembre o diciembre, y así empezar a preparar el año siguiente, pero diría que el punto de inflexión fue cuando decidí dejar de trabajar con Randy, al que agradezco mucho estos tres años con él porque he aprendido y he disfrutado trabajando con él y otro punto de vista siempre es positivo. Pero ahora quiero recuperar el swing antiguo que me dio frutos. En cualquier caso, sí hay determinados campos que no se adaptan a mi juego y en el futuro me gustaría ser un poco más selectivo con el calendario, aunque este año con mi categoría no podía ser muy selectivo. Cuando tenga una categoría un poco mejor, voy a ser más selectivo en cuanto a la cantidad. Más calidad y menos cantidad.
¿Qué te parecen los cuatro campos que acogen estas Finales?
Me gustan mucho los campos, son los mismos que jugamos el año pasado. El que más me gusta es el primero, el de Ohio State University. Creo que es el que se adapta mejor a mi juego. El año pasado jugué muy bien allí. Los dos de Ohio me gustan mucho. El de Florida, el último, es más peculiar. El año pasado aunque no pudimos competir por motivo del huracán jugué las vueltas de prácticas y el Pro Am, es más abierto, sin rough, con mucha agua, si no llueve se puede jugar firme y con el viento se puede poner difícil. Es diferente al golf que se juega en Florida. Los cuatro me gustan y los dos que más los de Ohio.
«El campo que más gusta de las Series Finales es el de Ohio State University»
¿Qué piensas sobre el sistema de las Series Finales respecto a la antigua Escuela?
El sistema de las Finales me gusta mucho. Son cuatro torneos, cuatro oportunidades, mientras que la Escuela era una maratón a seis días. Aquí, si tienes una buena semana y haces un top 5 tienes casi asegurada la tarjeta. No sé si es más justo o no, porque puedes pasar los cuatro cortes y no sumar suficiente o fallar tres y hacer un top 5 y conseguir la tarjeta, pero a mí me gusta. Son cuatro semanas y si es más justo o no, pues según opiniones, ya veremos qué digo cuando acabe… Es un método diferente. Todo el mundo lo miraba con escepticimos al principio, pero creo que a la gente le gusta.
«Son cuatro oportunidades y con un top 5 se puede conseguir la tarjeta»
¿Qué supone el nacimiento de Mateo, tu cuarto hijo, apenas una semana antes de empezar las Series Finales? ¿Cambia en algo la perspectiva?
Mateo ha llegado en un momento ideal. Los niños nunca llegan en mal momento, son una bendición y soy un afortunado por tener una familia tan maravillosa, con niños sanos y estupendos. Saber que Mateo ha nacido bien y que Alicia está bien te pone en una situación mental mucho más tranquila, más relajada, sabiendo que todo está bien en casa. Sí es verdad que uno llega a las Finales de muy buen humor y con ganas de hacerlo bien. Siempre dicen que los niños llegan con un pan bajo el brazo, ojalá Mateo venga con una buena barra, que falta hace. Pone las cosas un poco en perspectiva. Estamos en momento dulce en lo personal y ojalá se pueda traducir a la parte profesional.
«Se compite mejor sabiendo que todo está bien en casa: ojalá Mateo venga con una buena barra de pan bajo el brazo»
Si pudieras decir: me gustaría tener las sensaciones que tuve en tal semana durante todas estas Series Finales, ¿qué torneo de esta temporada elegirías?
Sería sin duda San Antonio, donde quedé el duodécimo. Curiosamente, con Randy allí, después del primer día decidimos que estaba tomando demasiado tiempo encima de la bola y eso me agarrotaba y hacía como que el swing se deslabazaba. Decidimos acelerar la rutina, cambiarla por una rutina más dinámica y curiosamente es en lo que estoy trabajando ahora también. Con el swing mejor técnicamente, el objetivo es hacerlo de manera más inconsciente, dejar que el subconsciente trabaje más. Cuando haces cambios de swing necesitas ser más consciente, pero ahora que está más interiorizado, quiero acelerar un poco más el proceso. Aquella semana me forcé a hacer eso y fue la que mejor jugué en todo el año.
«Mi mejor semana del año fue San Antonio porque conseguí acelerar la rutina»
Saber que ya has conseguido antes la tarjeta del PGA Tour en estas Series Finales, ¿hasta qué punto puede servir?
Sí, hace que lo afrontes con ilusión, tienes buenos recuerdos, te da confianza saber que lo has hecho una vez. En el primer año no pudo ser y el año pasado lo logré viniendo de una temporada flojita. Desde hace dos meses estoy muy mentalizado de que éste iba a ser mi destino y estamos preparados. Ojalá salgan las cosas como el año pasado. Me hubiera gustado que Samuel del Val hubiera estado también aquí. Es una lástima que se haya quedado por un golpe o 130 dólares, que todo se reduzca a un golpe es un fastidio, me hubiera encantado que hubiera otro español aquí. Yo sé que debe estar muy fastidiado, pero tiene que estar orgulloso de lo que ha conseguido. Venía con una categoría muy regular, de menos a más, luchándolo hasta el final. Tiene mucho mérito, estar aquí en Estados Unidos, solo, porque no hay mucho españoles… Tiene mérito. Llegará su momento y ojalá sea pronto porque se lo merece.
«Lo de Samuel del Val tiene mucho mérito, llegará su momento y ojalá sea pronto»
