El último golpe que había pegado Sergio García antes de hoy fue el putt de birdie en el hoyo de desempate del Masters ante Justin Rose. Sí, el birdie que lo hizo campeón. Desde aquel 9 de abril el golfista de Castellón no había vuelto a coger un palo. Ha sido un paréntesis de 16 días. El tiempo justo y necesario para descansar y recuperar las energías tras el desgaste de Augusta y todo lo que vino después en forma de compromisos publicitarios y mediáticos.
Sergio ha salido a entrenar en su campo, el Club del Mediterráneo, junto a su padre. Ha aprovechado su llegada a Borriol para recuperar la actividad y la rutina, con la cabeza puesta ya en el THE PLAYERS, próximo compromiso que tiene Sergio dentro de dos semanas. Un torneo que no es cualquier cosa en su calendario. Recordemos que García ya lo ganó y que el Stadium Course de Sawgrass es uno de sus escenarios preferidos. Al menos, lo era, habrá que ver ahora si lo sigue siendo con los importantes cambios que han introducido en el recorrido.
Sergio ha salido a entrenar el juego corto y a pegar algunos golpes largos en el campo de prácticas. Concretamente, ha trabajado durante dos horas. Este miércoles por la mañana está previsto que juegue el campo. Saldrá temprano y harán un ejercicio bastante habitual en Sergio y su padre: jugarán nueve hoyos con dos bolas. Un regreso a la actividad progresivo.
