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Pablo Martín y Boo Weekley, tan parecidos y tan absolutamente distintos

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ImagePablo Martín-Benavides abandona hoy la compañía de Chema y Sergio. Durante el jueves y el viernes ha sido el mejor de los tres españoles y esta tarde comparte partido con el norteamericano Boo Weekley. Una pareja singular. Uno, el malagueño, tiene 21 años recién cumplidos, el otro va a cumplir 34… Pablo debuta en un US Open y, en general, en un ‘major’; Boo también…

El español ha ganado este año su primer torneo en el circuito europeo en Portugal; el americano se ha estrenado también este año en el circuito americano ganando el Verizon Heritage… Eso sí, Pablo no se llevó ni un euro por el triunfo porque aún era amateur cuando levantó el trofeo, mientras que Weekley ingresó en el banco un jugoso cheque de 972.000 dólares… El americano disfruta cada golpe, cada recorrido, cada torneo, como si fuera consciente cada minuto de lo que cuesta llegar hasta ahí; Pablo puede y debe aprender de él en ese sentido para de verdad ser lo que todos esperamos: un superclase. Un aspecto de su incipiente carrera en el que, por otro lado, el malagueño tiene mucho terreno ganado, puesto que uno de sus ‘mentores’, Miguel Ángel Jiménez, es precisamente el paradigma del jugador que valora lo que tiene y disfruta con su profesión. Pablo y Boo, ambos con un triunfo, ambos debutando en un ‘major’, ambos debutando en un US Open… Ambos con +7 y en el tee del uno a partir de las 18,45 hora española. Que Dios y la USGA repartan suerte…

Sólo hay un jugador en Oakmont, el norteamericano Eric Axley, que ha dado menos golpes con el putt que José María Olazábal en las dos primeras jornadas. Una estadística en parte distorsionada porque el donostiarra no ha cogido demasiados greenes en regulación (en este apartado ha sido de los peores), pero que en todo caso dice mucho a favor de Chema. En este recorrido, para muchos analistas el más complicado de jugar del mundo en las condiciones actuales, el acierto con el putter es garantía de éxito o, como mínimo, el mejor salvavidas al que agarrarse mientras pasa la tormenta.

Lo de menos son los bogeys o doble bogeys de Sergio García, al menos en Oakmont. Otros como Rory Sabbatini, Chris Di Marco, Michael Campbell o Ernie Els cometieron más o menos los mismos errores y sin embargo han pasado el corte. En este recorrido debes estar preparado mentalmente para salir de muchos greenes por encima del par del hoyo. La cuestión, de cajón, es que el de Borriol sólo hizo un birdie en 36 hoyos y al menos en cinco ocasiones durante el jueves y el viernes, pateando para birdie, tocó muy bien la bola en el green y no entró… En esos centímetros, milímetros en algunos casos, está la ínfima diferencia, porque Sergio no ha sido de los mejores con el putt en la mano, pero ni mucho menos ha sido de los peores. Una curiosidad: en ambas jornadas sufrió un cortocircuito una vez disputado el quinto hoyo del recorrido (el jueves salió por el hoyo 1 y el viernes por el 10); el primer día le costó tres bogeys y un doble bogey consecutivos en los hoyos 6, 7, 8 y 9, y el segundo tres bogey consecutivos en el 15, 16 y 17. Una simple y maldita casualidad.

 

Hay emparejamientos de lo más interesantes para esta tercera jornada. Algunos ejemplos:

-Dos australianos, Stuart Appleby y Geoff Ogilvy, salen a las 19,15, hora española. Ojo con esta parejita de compatriotas, que pueden liarla tirando el uno del otro…

 

-A las 19,35 salen dos norteamericanos que se sienten como pez en el agua en las bravas aguas de un US Open y no en vano suman tres títulos entre ambos en este torneo… Lee Janzen y Jim Furyk a escena.

 

-A las 20,05 veremos cómo le sienta a Nick Dougherty el efecto Tiger. Comparte partido con el número uno del mundo. Una prueba más de madurez  para el talento inglés  cuando el torneo llega a la jornada del movimiento. En cuanto a Tiger… Apostamos a que va a mantener la línea mostrada el jueves y el viernes: riesgos, los justos. Eso sí, afinando el putter, que es al fin y al cabo donde más diferencias marca con el resto cuando llega la hora de la verdad. Si ronda o mejora los 27 ó 28 putts ( de momento, el jueves y el viernes no ha bajado de 30), ya puede irse despidiendo el resto…

 

-Mucha atención al partido de las 20,25. Son dos jugadores que atraen poco los focos, que siempre marchan como en un segundo plano… Y que están cortados por el mismo patrón: solidez, solidez, solidez, seguridad, seguridad, seguridad… Ir recto es su norma. Scott Verplank y David Toms. No sería nada extraño que que de aquí saliera un candidato, si no dos, al triunfo el domingo.

 

-Nos vamos al penúltimo partido, 21,05 horas. Un futuro prometedor en sus manos. La frescura y el talento. Baddeley y Rose. Por el inglés pasan muchas opciones del golf europeo para romper su maldición en el US Open. ¿De Jacklin-1970 a Rose-2007? Veremos.

 

-Por último, 21,15 horas en España, el partido de los mejores hasta hoy… Dos pegadores duros de verdad, dos fuerzas de la naturaleza con un palo en las manos, Bubba Watson y Ángel Cabrera. Pero ya se sabe que en golf, como en todo, la potencia sin control no va a ningún lado. Mucho más en Oakmont, donde la hierba del rough crece milímetro a milímetro según pasan las horas, los segundos… Ambos, de hecho, están donde están porque han podido, hasta ahora, controlar según qué impulsos. Una estrategia adecuada puede valer un US Open para ellos. Bubba, según cuenta él mismo, se ha asesorado en este sentido en las rondas previas al torneo, con quien mejor podía hacerlo: Tiger Woods.