Inicio Ryder Cup La apasionante influencia de las parejas españolas en la Ryder
la armada ha aportado muchos puntos cuando los nuestros se emparejaron, con seve y chema como referentes

La apasionante influencia de las parejas españolas en la Ryder

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Cuando Darren Clarke decidió no mantener la pareja Sergio-Rafa en los fourballs del sábado por la tarde, buena parte de las críticas más severas hacia el capitán vinieron del mismo Reino Unido. Muchas de ellas de voces autorizadas. Las redes sociales y los medios echaban humo y no era sólo una cuestión de patrioterismo español.

Ni que decir tiene que en este modo de sentir, analizar y pensar tiene mucho que ver el peso en la historia del dúo formado por Severiano Ballesteros y José María Olazábal, con un récord irrepetible de quince partidos jugados, once ganados, dos empatados y sólo dos derrotas (sumaron 12 puntos de 15 posibles, el ochenta por ciento, unos registros de locura a lo largo y ancho de cuatro ediciones de la Ryder, de 1987 a 1993). Pero no es la única razón. Atención a estos datos, muy interesantes.

Desde 1979 a nuestros días, esto es, en las últimas 19 ediciones de la Ryder Cup, incluyendo la de Hazeltine 2016, hubo catorce de ellas en la que al menos coincidieron dos españoles en el equipo europeo que podían ser emparejados (no ocurrió en 1995, 2002, 2010, 2012 y 2014). En estas catorce ocasiones los diferentes capitanes, incluido Clarke, han llegado a componer nueve parejas españolas distintas, siendo la novena y última la formada por Sergio y Rafa, obviamente. Pues bien, el récord de estas nueve parejas también es impresionante: jugaron un total de 32 partidos con un saldo de veinte victorias, cinco empates y sólo siete derrotas. O lo que es lo mismo, sumaron para el bando europeo 22,5 puntos de 32 posibles, el setenta por ciento.

LAS NUEVE PAREJAS ESPAÑOLAS EN LA HISTORIA DE LA RYDER CUP, POR ORDEN CRONOLÓGICO:

1. Severiano Ballesteros y Antonio Garrido.
Jugaron cuatro partidos, todos en la edición de 1979, ganando uno y perdiendo tres.
2. Severiano Ballesteros y Manuel Piñero. Jugaron cuatro partidos, todos en la edición de 1985, ganando tres y perdiendo uno.
3. José María Cañizares y Pepín Rivero. Jugaron un solo partido en 1985 y lo ganaron.
4. Severiano Ballesteros y José María Olazábal. Jugaron quince partidos en las ediciones de 1987, 89, 91 y 93, con once victorias, dos empates y dos derrotas.
5. José María Olazábal y Nacho Garrido. Jugaron un partido en 1997 y lo empataron.
6. José María Olazábal y Miguel Ángel Jiménez. Jugaron dos partidos en 1999, con una victoria y un empate en su haber.
7. José María Olazábal y Sergio García. Jugaron dos partidos en 2006 y ganaron los dos.
8. Sergio García y Miguel Ángel Jiménez. Jugaron un partido en 2008 y lo perdieron.
9. Sergio García y Rafael Cabrera Bello. Acaban de jugar dos partidos en Hazeltine 2016, con un balance de una victoria y un empate.

– Seve y Chema disputaron casi la mitad de los 32 puntos, y de hecho son los dos únicos jugadores españoles que se han emparejado en más de una edición. Pero las otras ocho parejas sumaron 10,5 puntos de 17 posibles, más de un sesenta por ciento, una media de enorme valor en la Ryder Cup.

– La increíble remontada de Rafa y Sergio en su foursome ante Reed y Spieth quizá fuera un reflejo mágico de los dictados históricos, pues es en esta modalidad de golpe alterno donde mejores porcentajes arrojan las parejas españolas, con catorce partidos disputados en los que se sumaron diez victorias, dos empates y sólo dos derrotas.

– El mejor español en el juego por parejas, si atendemos a los porcentajes, es José María Olazábal, cuyo récord formando dúo con otro español es sencillamente impresionante, pues ganó 16 puntos de veinte posibles con cuatro compañeros distintos.

– Para finalizar, hay que puntualizar dos cuestiones respecto a la decisión de Darren Clarke. Por un lado, es muy probable que Clarke hubiera mantenido juntos a Rafa y Sergio de haber podido configurar los emparejamientos media hora después: cuando los entregó, Rafa y Sergio marchaban 2 abajo  en los foursomes, a falta de tres hoyos. Por otro lado, es muy curioso comprobar cómo buena parte de las críticas llegaron antes de que finalizara aquel partido contra Reed y Spieth, pues eran legión los que entendían que el comportamiento de los españoles estaba siendo magnífico, fuera cual fuera el resultado.