Inicio Ryder Cup Monty, ¿llamamos al Séptimo de caballería?

Monty, ¿llamamos al Séptimo de caballería?

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Estados Unidos apenas muestra fisuras y, de momento, confirma en esta Ryder su solidez y supremacía, una vez consumada esa primera y atípica serie de seis partidos foursome, disciplina en la que Europa solía enseñar galones en pasadas ediciones…

Paso a paso y con firmeza. 6-4, y los de Pavin ya están a sólo ocho puntos de retener el trofeo en su poder (les basta llegar a 14, puesto que el empate final les vale).

Repetimos el razonamiento de esta mañana, una vez que terminaban los fourballs: el equipo americano tiene entre sus filas a los mejores pateadores de la competición: por la tarde la exhibición ha correspondido sobre todo a Overton, Cink y Stricker. Más o menos como ayer. Metidos en esta dinámica resultaría una proeza la remontada, aunque sea bien cierto que todavía no se ha superado siquiera el ecuador (llevamos 10 puntos disputados de un total de 28).

A Europa le ha salvado media Ryder el hecho de que la pareja Overton-Watson, con el primero en plan bombardero de los greenes, se haya encontrado delante con Luke Donald, una de las tres elecciones del capitán y sin duda el jugador más completo del bando europeo en lo que llevamos de Ryder. Los ingleses, Donald y Poulter, terminaban ganando 2&1.

El parcial de 3,5-2,5 de estos foursomes ha resultado aún más duro de digerir por el desenlace final de la mitad de los partidos. Para empezar, los Molinari llegaban a empatar en el 16 un partido en el que siempre se vieron por detrás. Pero en el 17 Mahan pegaba un tirazo (par 3) y, por supuesto, Zach Johnson remataba con el putter. En el 18 las urgencias acabaron con la pareja italiana.

Justo por detrás, Westwood y Kaymer veían como Furyk y Fowler les empataban en el hoyo 18 un partido que los europeos habían dominado y manejado (aunque fuera con alguna apretura) del hoyo 2 al 17, ambos incluidos. Tremendo jarro de agua fría ese tercer tirazo de Furyk en el par 5 final… Pero es el riesgo que corres ante jugadores de este nivel si no defines antes en los greenes.

La puntilla de esta serie la puso Cink, quién si no. El desgarbado ganador del British 2009 embocaba un putt de birdie muy largo en el 17, con el marcador empatado ante McDowell y McIlroy, y después de que el primero de éstos hubiera dejado a la pareja una gran oportunidad de birdie de unos dos metros. Cink le devolvía a Rory su ‘gracia’ de la mañana, y lo hacía en el mismo green y desde una distancia similar. Y además Mcilroy, igual que  Stewart horas antes, no metía el suyo. En el 18, una vez más, Europa no sacaba tajada acuciado por la necesidad (los irlandeses perdían 1 abajo).

Jiménez y Hanson nunca han podido con Stricker y Woods (han perdido 4&3 . El resumen es bien fácil: Stricker ha convertido en oro todo lo que caía en sus manos en los greenes. Imbatible. Terorrífico. Putts de todas las distancias. Temple de maestro. Además, Woods ha acompañado con buenos tiros desde la calle. El estreno de Miguel ha sido muy cuesta arriba. Pero esto es lo que te encuentras en citas de este calado.

Sin duda una de las mejores noticias de esta serie de seis foursomes ha sido la recuperación de Harrington, quien junto a Fisher han dominado con cierta tranquilidad a Mickelson y Dustin Johnson. Menos mal que estos dos fenómenos no le han funcionado a Pavin… Pero claro, no todo va a salir de cara.

El juego sigue. Europa cada vez tiene menos margen, pero lo hay de sobra para la victoria. Al galope, no hay otra, sobre todo pensando en la habitual superioridad americana de los individuales.