Colin Montgomerie recuperaba la sonrisa poco antes de darse por concluida la jornada. El arranque de la tercera sesión no había podido ser mejor: "Han sido dos horas de juego muy importantes, y lo hemos hecho de maravilla…
Así que el trabajo está medio hecho. Tenemos que seguir y mantener esta inercia mañana por la mañana. Veremos cómo llegamos a los individuales".
El capitán europeo detectó un cierto desánimo al terminar la segunda sesión y reaccionó: "Yendo perdiendo 6-4, mi objetivo al comenzar la última sesión era llegar a los individuales empatados a ocho… Me parecía que no había suficiente pasión en el campo. Podemos ganar esto de mil maneras, pero pasión no había… Teníamos que tratar de poner al público de nuestro lado con nuestro juego. Y les he dicho que eso es lo que había que hacer. Había que ponerse por delante rápido. Y eso es lo que han hecho".
La presencia de Olazábal en Celtic Manor fue parte de la estrategia de Montgomerie para reactivar el equipo: "Es fantástico tener a mi viejo amigo Olazábal en el campo hoy. No podía usar buggy, y pensé que con la artritis reumática que tiene podía tener problemas, pero él tenía muchas ganas y la adrenalina le ha ayudado a terminar el día".
Montgomerie confesó que le preocupaba que la inesperada derrota de McIlroy y McDowell por la mañana afectara a su rendimiento por la tarde: "Son los dos jugadores con los que he pasado más tiempo. Eran los que más me preocupaban, por cómo había acabado su partido, y porque había sido decepcionante para los dos. Pero han salido bien desde el primer hoyo. Todo el mérito es suyo por salir como han salido. Es lo que la gente esperaba de ellos".
Por último, Monty se deshizo en elogios hacia Westwood: "Lee Westwood es mi mejor jugador y lo ha demostrado. Así de sencillo. Ha sido increíble, con el equipo, en el vestuario, en la pista de prácticas y en el campo".
Corey Pavin, menos elocuente que Monty por naturaleza, entendía la situación en la que se encuentra su equipo: "Probablemente estaría más contento si fuéramos por delante en los seis partidos que están en el campo. Pero vamos 6-4. Y todavía es pronto en esos partidos. Obviamente, no estamos en la posición que nos gustaría, así que tenemos que salir mañana y tratar de ganar unos cuantos hoyos para darle la vuelta a esto. Las cosas cambian rápido en la Ryder Cup. Parecía que todo iba a nuestro favor tras la segunda sesión, y ahora parece que va a favor de Europa. Veremos lo que pasa mañana… Yo diría que no es mala cosa que se haya hecho de noche".
La decepcionante actuación de una de las parejas estrella norteamericana, la compuesta por Phil Mickelson y Dustin Johnson, salió a colación: "Todo el mundo pensaba que era una pareja bastante buena. Tal vez lo sea otra semana. Pero esta semana no ha funcionado. Eso no significa que en futuras Ryder Cup no vayan a ganar muchos puntos. No ha funcionado y eso, a veces, pasa. ¿Por qué? No sé, pero no funcionaba, así que los cambié".
Los jugadores norteamericanos no se prodigaron con los medios al finalizar el día. Había que ir rápidamente a recuperar fuerzas para la larga batalla del domingo. Algunos europeos sí hablaron.
Aunque la interrupción de la jornada parecía favorecer a los americanos, Ian Poulter lo veía de otra forma. "Nosotros necesitamos descansar, seguro. Sólo se puede jugar una cierta cantidad de golf en un día, y creo que hemos jugado suficiente".
Poulter también admiró el juego de su compatriota Lee Westwood: "Siempre ha sido el hombre fuerte de nuestro equipo. Siempre consigue puntos. Siempre juega cinco veces y sé que quería estar en forma para estar fuerte esta semana. Sólo vamos a jugar cuatro veces, pero el está listo y está jugando al golf de maravilla".
Rory McIlroy comentó su dolorosa derrota de por la mañana contra Cink y Kuchar: "Sí, ha sido un partido de match play clásico. Un clásico. Matt la deja a 20 pies y Graeme da un golpe fenomenal y la deja a seis. Stewart la mete y cuando parecía que nos poníamos uno arriba con un hoyo por jugar, de repente vamos uno abajo con uno por jugar. Así es el match play. Eso es lo bonito. Esta semana nos ha tocado en el lado perdedor, pero esperemos estar en el ganador mañana".
Stewart Cink fue el héroe norteamericano de la mañana, robándole un punto a Graeme McDowell y Rory McIlroy con un extraordinario putt en el 17. Al finalizar la segunda sesión ya había comentado: "Las caras y las reacciones en el green después de ese birdie lo dicen todo. Pensé que el momento clave iba a ser el 15, cuando mandé la bola al búnker y perdí el hoyo. Me alegro de haber podido darle la vuelta. El 16 fue enorme y el putt del 17… en una Ryder Cup esos putts son como dardos envenenados".
Padraig Harrington hacía dos lecturas de la situación para mañana: "Van a salir muy fuerte por la mañana. Habría sido mejor para nosotros si hubiéramos podido acabar la sesión para aprovechar la inercia. Vamos a tener que mantenerla por la noche. También puede ser bueno para nosotros si salimos y acabamos bien mañana, porque lo vamos a tener muy fresco en nuestras mentes cuando lleguen los individuales".
Harrington felicitaba a Monty por su emparejamiento con Ross Fisher: "Creo que Monty tomó una excelente decisión anoche. Me pidió que jugara con Ross y básicamente me dijo que cuidara de Ross y le protegiera y me dio toda la responsabilidad. Eso ayudó al juego de Ross pero también me ayudó a mí".
Lee Westwood habló brevemente tras la interrupción de su partido con Luke Donald contra Tiger Woods y Steve Stricker, que dominan por cuatro hoyos: "El secreto ha estado en no regalar ningún hoyo y jugar un golf sólido, y nos ha ido bien hasta ahora".
Su compañero Luke Donald pensaba que el excelente comienzo de la tercera sesión era muy positivo para todos: "Nunca se sabe con el match play. Es una pena que se haya hecho de noche, me habría gustado seguir. Estamos en muy buena posición y es estupendo ver tanto azul en la tabla de clasificación. Creo que nos va a motivar a todos".
