Con toda probabilidad, si Darren Clarke no cambia sorprendentemente de planes, Rafael Cabrera Bello se convertirá este viernes 30 de septiembre de 2016, en el décimo jugador español que debuta en una Ryder Cup. Lo hará exactamente 37 años y 16 días después de que lo hicieran a la vez los dos primeros españoles que participaron en este legendario evento, Severiano Ballesteros y Antonio Garrido.
Y tanto que lo hicieron a la vez: abrieron fuego en aquella Ryder de 1979 en Greenbrier, saliendo a jugar juntos el primer partido de la mañana de la primera jornada (en modalidad fourball) frente a Lanny Wadkins y Larry Nelson, ante quienes caerían por 2 y 1. Aquella fue la primera muesca española en la Ryder y horas más tarde Seve y Garrido, de nuevo juntos, ganarían su primer punto en los foursomes, batiendo a Zoeller y Green por 3 y 2.
¿Cómo les fue a todos los españoles en su primer partido en la Ryder? No hace falta decir que se trata de un dato puramente anecdótico, una curiosidad y un guiño a la historia. Pues hubo de todo. Como ha quedado dicho, Seve y Antonio Garrido se estrenaron con derrota y dos años más tarde, en 1981, les tocó el turno del estreno a Manuel Piñero y José María Cañizares. El primero, curiosamente, también salió en el primer partido de aquella Ryder y de los foursomes del viernes por la mañana, jugando junto a Bernhard Langer y perdiendo aquel primer punto ante Lee Treviño y Larry Nelson por 1 abajo. Por la tarde, en los fourballs, Cañizares se estrenaba junto a Des Smyth aniquilando por 6 y 5 a Bill Rogers y Bruce Lietzke.
En 1985 llegó como novato Pepín Rivero, que no se estrenó hasta la segunda jornada, aunque lo hizo de manera sonada, formando pareja con José María Cañizares en los foursomes y destrozando a Tom Kite y Calvin Peete por 7 y 5, el resultado más abultado de un debutante español en la Ryder.
En 1987 fue el bautismo de José María Olazábal… Lo cierto es que aquello fue el arranque de una leyenda, pues Chema se emparejó junto a Seve y ya ganó en su estreno por 1 arriba a Payne Stewart y Larry Nelson. Fue el primero de los quince partidos que jugarían juntos, con el mejor balance de una pareja en la historia de la Ryder.
Hubo que esperar diez años más para el siguiente debut español. Fue el de Nacho Garrido en Valderrama 1997, que se estrenó en los foursomes de la tarde del viernes junto a Jesper Parnevik y empataron ante Lehman y Mickelson. En la Ryder siguiente les tocó a Miguel Ángel Jiménez y Sergio García. Ambos salieron en los foursomes del viernes por la mañana. Miguel junto a Harrington, sacando un empate ante Love III y Payne Stewart; y Sergio junto a Parnevik, obteniendo una victoria ante Lehman y Tiger Woods.
Así pues, el balance de los estrenos españoles en la Ryder es positivo: cuatro victorias, tres derrotas y dos empates. De los nueve españoles que ya han debutado, cuatro lo hicieron junto a otro español (Seve y Antonio Garrido, que debutaron juntos, así como Rivero y Olazábal), algo que no parece que vaya a ocurrir en esta ocasión con Rafa.
El canario está ya disfrutando de la experiencia cada segundo, tal y como le aconsejó que hiciera Miguel Ángel Jiménez a principios de semana. El malagueño, además, le dejó muy claro que lo veía preparado para un Ryder y el propio capitán, Darren Clarke, ha reconocido que da la sensación de que lleva ya varias Ryder a sus espaldas, según ve cómo se desenvuelve. «Siento que todo es nuevo para mí, obviamente, pero no me siento un novato en el mal sentido de la palabra, en el sentido de la inexperiencia, porque al fin y al cabo estoy en mi undécima temporada como profesional y he jugado mucho en Estados Unidos, aunque no conocía Hazeltine. Estoy tranquilo y disfrutando, feliz, dispuesto para lo que quiera el capitán», dice Cabrera Bello.
