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A Bjorn lo que es de Bjorn

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Thomas Bjorn, capitán del equipo europeo celebra la victoria en la Ryder Cup con todos sus jugadores y los greenkeepers del Golf National. © Golffile | Thos Caffrey
Thomas Bjorn, capitán del equipo europeo celebra la victoria en la Ryder Cup con todos sus jugadores y los greenkeepers del Golf National. © Golffile | Thos Caffrey

La competición pone todo y a todos en su sitio. Europa se ha llevado por delante a Estados Unidos, que indiscutiblemente llegaba a esta Ryder Cup como gran favorito. ¿Pero es que no es siempre el gran favorito, tratándose de la mega potencia del golf mundial? Lo es siempre o casi siempre (en 2008, por ejemplo, la favorita era Europa), pero esta vez lo era un poco más. O un mucho. Por eso, el éxito del equipo europeo, la paliza que le ha propinado a los norteamericanos, sabe mejor que nunca y ha hecho más daño que nunca.

Y al final fue Europa quien dio la paliza en la Ryder (17,5 vs. 10,5)

Ni el efecto Task Force. Ni la tormenta Tiger. Ni el afán y la determinación de Justin Thomas, un debutante de Matrícula, que hoy llevaba a Rory McIlroy hasta el límite y terminaba batiéndolo, clavando con fiereza aquella primera pica que tanta incertidumbre trajo. Nada ha podido con la escuadra de un Thomas Bjorn, el capitán que ha rematado un trabajo impecable, brillante, sorprendente por momentos y sobre todo eficaz.

VÍDEO | Así levantó el equipo europeo el trofeo de la Ryder Cup

Las elecciones pudieron gustar más o menos y es momento de recordar y reconocer cuánto echamos en falta en su momento algún nombre… Pero los datos y la realidad, irrebatibles, le han dado la razón por goleada: Stenson, Casey, Poulter y Sergio han tenido un peso decisivo. Su alineación matutina del viernes encerraba riesgos, pero a la hora de la verdad, la jugada en su conjunto le salía niquelada. Además, la pareja Molinari-Fleetwood, enemigo público número uno de los estadounidenses, ha sido cosa suya y de sus ayudantes, por citar una decisión técnica y, en general, la manera con la que ha metido a todos en faena desde el primer minuto, son méritos de enorme importancia en la suma final. No haría nada mal el European Tour y Ryder Cup Europe en mantenerlo como capitán para la próxima edición.

La jornada, durante hora y media, aproximadamente, abrió las puertas del Golf National a algunos fantasmas. Venían en tropel y riéndose desde el mismo Medinah, aunque esta vez enarbolaban la otra bandera, la de las barras y estrellas. Estados Unidos dominaba los primeros partidos y por detrás las ventajas de los europeos eran frágiles, no definitivas… El empate que arrancaba Paul Casey, valiosísimo, remontando a Brooks Koepka, y la trabajada y espléndida victoria de Jon Rahm ante Tiger, cerraban la hemorragia y llevaban tranquilidad al equipo. Porque, nadie se engañe, al final los jugadores, de un modo u otro, saben o intuyen lo que está pasando y si las cosas van muy mal por delante se extienden como plaga ingobernable los nervios, las dudas y la rigidez.

VÍDEO | Así fue la victoria de Rahm sobre Tiger y su emocionante celebración

Rahm se ha redimido de la única forma que él entiende que puede y debe hacerse: sumando puntos. Tiempo tendrá de saber que si el equipo gana, él lo hace con todas las consecuencias; y si pierde, de poco o nada sirve que hayas ganado los cinco puntos, porque tú también has perdido. Así es la Ryder. O así debe ser. Y en esta filosofía se fundamenta la fuerza de Europa.

VÍDEO | Sergio, récord entre lágrimas tras ganar otra Ryder

Y Sergio ha hecho historia. Su entrada en el equipo el viernes por la tarde ventiló la sala oscura de Europa y ha terminado componiendo un cuento de hadas, con récord histórico incluido. A ver quién es el guapo que se lo arrebata y dentro de cuántos años.

Por el contrario, Tiger se marcha con un terrible balance de cuatro derrotas en otros tantos partidos. Venía echando fuego por la boca tras la victoria en Atlanta, pero esta semana se ha demostrado que el regreso triunfal lo había dejado vacío, muy justito de energía. Y no estamos hablando del físico puro y duro. Para colmo, se ha encontrado con un titán como Francesco Molinari, el máximo triunfador de esta Ryder Cup. El guerrero infalible que nos llena de esperanza: el trabajo honrado, bien hecho y cuidado, y la humildad, que no el apocamiento o la falsa modestia, también procuran el éxito.

La entrega de trofeos en la Ryder Cup, en directo