Chez Reavie logró este viernes aumentar su impresionante estadística de hoyos en uno en la segunda ronda del Tour Championship. Eso sí, seguramente de la manera más inesperada. Se puede decir que el pequeño estadounidense formado en la Universidad de Arizona State consiguió un hoyo en uno imposible.
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Para empezar, lo hizo en el hoyo 9, un largo y peliagudo par 3 de casi 210 metros. Jamás se había conseguido un hoyo en uno aquí en la historia del Tour Championship (por cierto este hoyo antiguamente se jugaba como 18). Menos de la mitad de los jugadores cazaron ayer el green, para que se hagan una idea, con la bandera corta y a la izquierda, poco después de búnker.
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Así, como punto de partida, no parece el hoyo más asequible para meter la bola de un intento. De hecho, Reavie tuvo que pegar el híbrido 3. Pero hay más… El propio jugador norteamericano reconoció después de firmar la tarjeta que la suerte estuvo de su parte. Admitió que no tiraba a la bandera, sino que buscaba el centro de green. Falló el golpe, cerró la bola más de la cuenta, botó en el sitio perfecto y fue directa al hoyo. Bingo.
Sea como fuere, algo de crédito hay que dar al bueno de Reavie. No en vano, desveló a los periodistas que ha sido el hoyo en uno número 21 de su carrera, el quinto en el PGA Tour. Se ve que el hombre, además de suerte, tiene muy buena puntería.
