Tiger Woods confirmó ayer que jugará el Masters de Augusta 2015. Gran noticia para todos los aficionados al golf y momento perfecto para recordar su última victoria en el major de la Chaqueta Verde. Fue hace justo diez años, en 2005, durante una maravillosa ronda final.
Se jugó el triunfo en un vibrante mano a mano con Chris di Marco, un duelo que vivió su clímax a tres hoyos del final. Sí, en el hoyo 16, el último par 3 del Augusta National, el mismo hoyo donde se han vivido algunos de los momentos más intensos en la historia del Masters.
Tiger firmó un golpe que quedaría para siempre guardado en la historia de este deporte. Probablemente, uno de los mejores golpes de todos los tiempos, por todo, por ejecución, por dificultad, por drama, por la situación, por la televisión… «Jamás en sus vidas habrán visto algo parecido…», aseguraba el narrador roto por la emoción. Se desata la locura en el green del hoyo 16.
El instante que se vivió con este golpe fue tan intenso que muchos han olvidado que Woods, que salió de allí con dos golpes de ventaja sobre Di Marco, acabó con dos bogeys y tuvo que jugar el desempate. Fue el cuarto Masters de Tiger en su carrera, y el último.
Desde entonces, Tiger ha jugado ocho Masters, todos menos el del año pasado, y el balance, aún sin victorias, corta la respiración: siete top ten, dos segundos puestos, un tercero, seis top 5 y un cuadragésimo lugar (2012). Impresionante. Tiger no ha fallado un corte en Augusta desde 1997, año de su primer triunfo, y su peor puesto, después del citado cuadragésimo, fue 22º en 2004.
Mientras se acerca la gran semana de Augusta, no hay mejor manera de recordar lo que ha hecho Tiger en el Masters que con aquel golpe en el hoyo 16 en 2005.
