Acompañamos a Jorge Campillo en esa especie de rito que es siempre la prueba de una nueva cabeza para el driver. Apenas le quedan cuarenta minutos para pegar con ese palo en el tee del hoyo 10 del Royal Golf Dar Es Salam (recorrido Rojo), arrancando así su segunda jornada del Hassan II, y la certeza acerca de la bondad del nuevo material es alta, pero siempre hay en este tipo de estrenos un punto de incertidumbre que es necesario despejar, sobre todo cuando el jugador viene pegándole muy bien a ese palo y haciendo grandes resultados. En esa tesitura lo que uno quiere es que no cambie nada…
Algo se muere en el alma cuando un amigo se va
Desde los primeros golpes, cualquier incógnita queda despejada: ni el extremeño es demasiado pejiguero, ni la nueva cabeza plantea ningún problema, más allá de que el sonido a la hora de pegar es algo diferente, sobre todo porque el anterior drive ya estaba muy baqueteado y sonaba más a lata.
El caso es que Cañi se puso ahí, como si tal cosa, a verlas venir…
Prueba superada. Ahora se trata de que vaya bien donde tiene que ir, en el campo y compitiendo. Y como bien dice el propio Campillo, así como Borja, su caddie, eso tiene más que ver con el indio, que con el arco o las flechas…
