Jon Rahm finalizó de la mejor manera posible una vuelta que no fue precisamente como él había soñado. El golfista de Barrika no ha tenido el inicio que esperaba en el WGC HSBC Champions, pero al menos ha podido despedirse con una sonrisa. Enorme el chip que ha embocado en el hoyo 9 después de marcharse al agua… Mucha clase. Una manera distinta de hacer el par para un vuelta final de 72 golpes.