La puesta en escena de la Presidents Cup ha sido muy favorable a Estados Unidos. Es decir, se ha cumplido el guión. El equipo que capitanea Steve Stricker ha ganado la primera sesión de foursomes por un contundente 3,5 a 1,5. Esta USA asusta, infunde algo más que respeto, y no nos referimos sólo a este arranque de Presidents. Sí, estamos pensando en la Ryder Cup…
Las parejas son tremendas. Jordan Spieth y Patrick Reed, la dupla fetiche de los norteamericanos, no tuvo problemas en deshacerse de Si Woo Kim y Emiliano Grillo por 5 y 4. Pero hay más… Hay una nueva pareja y que apunta a terrorífica. Se trata de Rickie Fowler y Justin Thomas. Simplemente, han arrasado Hideki Matsuyama y Charl Schwartzel por 6 y 4.
El Número 1 del mundo, Dustin Johnson, también ha ganado su punto con Matt Kuchar, aunque sufrieron (1 arriba) ante Adam Scott y Jhonattan Vegas. Mientras, Phil Mickelson y Kevin Kisner salvaron medio punto ante Jason Day y Marc Leishman. Salvaron primero y perdieron después, ya que ganaron el 17 para llegar empatados al 18 y Mickelson tuvo un putt de dos metros para ganar en el hoyo final.
La única victoria internacional fue para la pareja sudafricana formada por Louis Oosthuizen y Branden Grace, quien sigue demostrando un don natural para este torneo. Vencieron por 3 y 1 a Brooks Koepka y Daniel Berger, otra pareja que sobre el papel da miedo y que hoy no han ganado por la inspiración de Grace y porque Berger seguramente pagó el precio de la inexperiencia y la tensión.
Queda algo más de un año para la Ryder Cup y lo cierto es que Estados Unidos tiene una pinta excelente. Es aún mejor equipo que en la última Ryder de Hazeltine. Kisner y Thomas, que debutaban en la Presidents, han estado magníficos. Uno piensa en París y no hay que ser ningún visionario para saber que Europa tendrá que sacar su mejor juego para quedarse con la Ryder.
