Inicio Grandes Circuitos DP World Tour Campillo y De la Riva buscaron con fe y brillantez un imposible…

Campillo y De la Riva buscaron con fe y brillantez un imposible…

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Trevor Fisher Jr. (-24) ha pasado como un ciclón por el East London Golf Club y se ha llevado el Africa Open con una ventaja de cinco golpes sobre el segundo, Matt Ford, y después de firmar un registro de -17 durante el fin de semana, con dos rondas en las que sumaba 16 birdies y un eagle…

Poco o nada han podido hacer quienes aspiraban a llegar por detrás en la última jornada sorprendiendo al líder. Ni siquiera un arranque monstruoso de vuelta como el de Jorge Campillo (-16), que se puso seis menos en el día por los primeros siete hoyos, ni siquiera un ataque en toda regla y desde todos los frentes como era ese llevó a la lona a Fisher. Antes bien, el sudafricano mostraba la sangre fría y la seguridad en sí mismo de un ganador de ‘majors’, así, en plural. Los pocos errores que cometía los arreglaba casi siempre embocando putts muy delicados para salvar el par y no había fisura por la que meterle mano.

El sudafricano consigue de este modo tan absolutamente avasallador, con 35 años de edad, su primera victoria en el circuito y, por supuesto, enseguida brota la pregunta. ¿Dónde estaba este hombre metido, con ese golf poderoso y amplio en recursos, que nunca había disfrutado de los derechos de juego en el European Tour? Pues estaba muy tranquilo en su circuito, el Sunshine Tour, donde acumulaba ocho triunfos, el último de ellos hace un año en la prestigiosa y suculenta Investec Cup. Hasta en ocho ocasiones trató de dar el salto, buscando sin éxito la tarjeta del circuito europeo a través de la Escuela (disputó la última Final en 2014, sin ir más lejos, donde ni siquiera pasó el corte)… Hoy, con la ‘licencia’ en el bolsillo gracias a este triunfo, no va a quedar más remedio que seguirle los pasos muy de cerca, porque Fisher viene mostrando su mejor golf desde el año 2012 a nuestros días y no sería el primer caso de un jugador que explota en la élite pasados los treinta, los 31, los 32 y hasta los 33 (salvando las distancias, que las hay, no hay más que observar detenidamente el caso de Jamie Donaldson, que este año cumplirá cuarenta). 

Como ha quedado apuntado, el esfuerzo de Campillo ha sido de órdago. Es el fruto de la perseverancia llevada al extremo. Traía números de récord, pero tres hierros fallados desde la calle y el tee en los hoyos 9, 10 y 11 frenaban su ímpetu y le impedían alcanzar la segunda posición (el liderato, como ha quedado explicado, transcurría por unas coordenadas que sólo Fisher podía hoy manejar).

Justo por delante de él, Eduardo de la Riva (-16) producía el mismo resultado, seis menos en el día, recuperando su versión de jueves y viernes y demostrando que se puede contar también con él para las grandes empresas. Su buen trabajo y quebraderos de cabeza le ha costado (le está costando) la evidente mejora que ya muestra en los alrededores del green y con el putter en la mano, el auténtico talón de Aquiles del catalán durante toda su carrera (porque él siempre ha exhibido un excelente juego largo, pleno de fiabilidad y puntería). A partir de aquí, y si se confirma esta tendencia, como así parece, el salto cualitativo de De la Riva puede ser espectacular.

Resultados en vivo del Africa Open