Pablo Larrazábal (-5) ha confirmado las expectativas que lo situaban como favorito con una limpieza y finura sorprendentes. Finalizado el turno de mañana es líder del Open de España junto al galo Wattel…
De acuerdo. Este torneo se juega en su campo. A diez minutos de su casa. El barcelonés marcha escoltado por familia y amigos… Pero el escenario y la situación perfecta no existen en el deporte de alta competición. Siempre hay una arista dispuesta a arañarte el lomo… Por ejemplo: precisamente cuando el terreno y el acompañamiento juegan a tu favor, ocurre a veces que la ansiedad y el estrés (“tengo que hacerlo bien, tengo que hacerlo bien…”) encuentran un magnífico caldo de cultivo.
Para prueba, una muestra: “desde el Madrid Masters de 2008 no he completado un buen torneo en España. La presión de jugar en casa, tu gente…No conseguía rematar un torneo sólido. Pero en los últimos meses estoy trabajando mucho la parte psicológica y creo que se está notando. Tienes que saber cómo jugar con esa presión y yo ahora lo sé”. Larrazábal dixit.
Pablo está trabajando desde finales de 2010 con John McGirr, un irlandés que, a juicio del jugador, “debe estar ahora muy contento”, en vista de los resultados que, hoy sin ir más lejos, está dando su trabajo.
“Él viene cada cierto tiempo aquí, a El Prat, y tenemos sesiones de entrenamiento psicológico. Y además hablamos mucho por teléfono. Yo no creía mucho en este tipo de entrenamiento, pero también sabía que me faltaba algo. Y sí, parece que sí hay que creer”, apuntaba el jugador.
Larrazábal ha salido indemne de la primera prueba. Ningún bogey. No será lo habitual. “Aquí el doble bogey te puede salir muy fácil. He jugado muy bien, aunque no haya hecho mi mejor golf. Pero he tenido mucha cabeza, he arriesgado lo justo y cuando he fallado lo he hecho por el lado que se puede fallar. No pienso ahora en un resultado ganador para el domingo. Podría estar en torno al -12 ó -14, pero habrá que ver también si se llega al doble dígito bajo par si los greenes se ponen más duros”.
Otro gran resultado del turno matutino ha sido el de Jesús María Arruti (-3). “Este campo es muy difícil así que estoy encantado. Más que por el resultado, incluso, por mi juego, porque aquí casi hay que hacerlo todo bien. He cogido mucha confianza con los dos primeros birdies, porque dejé la bola muy cerca”, explicaba. Arruti llegó a codearse con los líderes, pero dos bogeys en la recta final afeaban (sólo ligeramente) su resultado.
