Inicio Noticias Lara es puro golf, sólo golf…

Lara es puro golf, sólo golf…

Compartir

José Manuel Lara es un clásico de nuestro golf. Joven (cumplió 33 años el pasado 21 de mayo), pero clásico. Será porque, según su modo de ver la vida desde el golf, él pertenece a la vieja escuela. Esta entrevista se realizó en la Real Sociedad Hípica, antes de iniciarse el Madrid Masters. Aquí, Lara confirmaba su regreso a la normalidad. Mejor dicho: a su normalidad. La de un jugador sólido que pasa cortes y lucha el domingo por darle un susto al más pintado…

No olvidará fácilmente su mes de mayo de 2010: cuatro cortes pasados en cinco torneos para acabar con la peor racha de juego de su carrera. No había llegado a la total y absoluta desesperación… Pero casi.

Descríbenos tu momento actual

El momento actual es muchísimo más favorable que antes de jugar en Sevilla, he pasado tres cortes de cuatro, un poco de mala suerte en Wentworth, más confianza en el juego largo y poco a poco volviendo al sitio que debo estar. He pasado esa racha mala, de la cual yo creo que ya estoy completamente fuera.

Has vivido momentos muy duros…

Ha sido difícil sobre todo cuando eres un jugador muy regular, cuando eres muy sólido y pasas muchos cortes, fallar doce o trece cortes seguidos es complicado de asimilar, cuando llevas cuatro o cinco cortes fallados, te paras, empiezas a analizar… Y luego me fui liando más. Ahora parece que con mi nuevo profesor, José Carlos Gutiérrez, hemos ido quitando un poco de maraña, simplificando, y estoy volviendo a ser más natural, olvidándome de cosas que yo sólo me había metido en la cabeza.

(pausa, coge aire, y sigue…)

En mi caso ya el año pasado venía arrastrando de mediados de temporada una racha mala, empecé a fallar muchos cortes en verano, pero la semana que jugaba bien quedaba muy arriba y eso me hizo mantener la carta con regularidad.

Por más que ocurra, al amateur medio le desconcierta comprobar cómo los profesionales de altos vuelos también pierden el swing… ¿Cómo se llega a eso?

He tenido mucho tiempo para pensar en ello y para liarme, sobre todo, técnicamente. Y después el cambio de palos de las estrías que me ha hecho liarme mucho más. Había semanas que parecía increíble que quedara en el puesto 130 y yo decía: esto qué es, qué hago yo jugando a esto para quedar en el puesto 130.

Vaya lío con los palos…

Tuve que probar seis, siete u ocho juegos nuevos porque los primeros no salieron bien. Eso me hizo perder más confianza, es el pez que se muerde la cola, intentas agarrarte a cosas y cuando crees que has conseguido ya algo te falla otra cosa, vuelves a lo anterior y es difícil. Ha habido grandes jugadores que se han perdido, no vamos a decir nombres.

El caso es que controlaba menos la bola, me salía descontrolada, incluso desde la calle. Me costó mucho, desde el rough es normal pero desde la calle… Al principio me asusté un poco, cómo va a ser eso. Ahora desde la calle salen bien, pero toda esa liada me hizo meterme en un agujero.

Tú siempre has dicho que no te consideras un jugador que tengas que luchar por pasar cortes

Lo único que puedo decir a mi favor es que sólo he jugado al golf en esta vida, soy un puro jugador de golf, no he hecho otra cosa, no he hecho una carrera, siempre he jugado y sé lo que es jugar al golf, yo sé jugar a esto. Sé lo que es llegar por la mañana a un campo e irse por la noche, me conozco bien, mis posibilidades, realmente no me fijo en los demás, tengo mi línea y he ido a mi rollo, a mi cosa. Nunca he tenido un profesor, siempre he sido muy autodidacta, aunque ahora me llegó el momento de coger a alguien, es cierto, porque se me había ido de las manos. Me conozco muy bien. Considero que tengo mucho potencial y si mi meta es sufrir para aguantar la tarjeta del Tour… Para eso no juego.

Este año te toca hacer una gran segunda mitad de temporada…

Estando bien en cinco o seis semanas buenas saco la tarjeta y me meto en la Race to Dubai. Si me enfoco para pasar cortes, apaga y vámonos, no puedo luchar para pasar cortes, tengo que luchar por estar en el top ten y si metes un par de putts más que los otros, ahí está la diferencia. Si no peleo para eso, mejor dejarlo…

Sigamos con aquellos momentos tan inciertos. Llega un momento en el que dices: necesito ayuda…

Fue todo tan de golpe y se hizo la bola tan grande que necesitaba ayuda. Otras veces he salido de los malos momentos yo solo, pero el Tour está creciendo, la gente está empleando el 150 por 100 de lo que puede, gente que se machaca, se prepara, nutrición, psicólogo, la gente está poniendo toda la carne en el asador y yo considero que no estaba poniendo toda la carne en el asador y tengo para poner, es el momento de poner algo más.

¿Cuidas mucho el físico?

He tenido rachas de cuidarme un poco más que ahora. He tenido preparadores físicos, es lo que más trabajé el último año y medio, más que el golf. Llegó un momento en que me encontraba muy fuerte, estaba físicamente perfecto… Y ahora el golf no salía. Tanto trabajar, tanto gimnasio, no beber, cuidarme y luego resulta que no sale. Es de locos. Cuando mejor estaba jugando y más placeres me permitía, es cuando más a gusto he estado y más he rendido. En este momento no es lo que más estoy trabajando y estoy jugando mejor.

Pareces jugador de la vieja escuela…

Sí, sin duda, soy golfista de la vieja escuela, de los antiguos, de los nuevos, pero de la escuela antigua. Hombre, no vengo de la escuela de los caddies pero sí me parezco a ellos en que sólo he jugado al golf. Tirar bolas y bolas…

¿Has tenido o tienes otros colaboradores, psicólogo por ejemplo?

No, el mejor psicólogo es la bola. Si la bola sale bien no hace falta nada, tienes que estar muy mal para necesitar un psicólogo.

¿Cuál fue el momento concreto en que tocaste fondo?

En China y Corea fue cuando decidí que necesitaba buscar a alguien porque estaba jugando bien y me seguía quedando a tres o cuatro golpes del corte. Cometía barbaridades por el campo, cosas raras. Hablé con Gonzalo (Fernández Castaño) y le pregunté por profesores. Me dejaba un hueco en su tiempo y lo probé en Sevilla, pasé el corte en Sevilla y hasta hoy, de momento, la verdad es que estoy muy contento.

Raro sería encontrarse con un profesional de golf que hablase mal de José Manuel Lara. Todos dicen que eres buena gente, bromista…

Realmente no es algo que piense, me llevo bien con todos, hay muy buen ambiente no es un esfuerzo que tenga que hacer, bromeo con todos, nos llevamos muy bien y no es un esfuerzo. Lo mejor es crear buen ambiente, es la mejor manera de llevar tanto viaje. Es una cosa que me sale… La verdad es que vas a un torneo y saludas a todo el mundo, te sientes bien, en tu casa, en el tour, hace más fácil salir de casa para trabajar.

¿Recuerdas alguna lección especial de un compañero, de esas que se reciben viéndole jugar a tu lado?

Con Chema Olazábal en Valderrama hace tres años en el Volvo Masters. El pobre jugó fatal y yo muy bien, hice -4 y el +3 y cualquier otro jugador habría hecho 85 por los sitios que anduvo, pero peleaba y peleaba. Iba salvando unas situaciones… Mi caddie y yo íbamos apostando: venga diez euros a que desde ahí no hace approach y putt, a lo mejor me decía mi caddie, y yo le decía que sí. Al final de la vuelta le di la mano y le dije: «tío es la vuelta más impresionante de golf que he visto». Porque la vuelta realmente impresionante fue la suya. Al final de la semana acabamos empatados en el puesto octavo. Y yo jugué como un reloj. Fue cuando me di cuenta de que siempre hay que pelear, hay que pelearlas todas y nunca tirar la toalla.

¿Cuál es tu ‘tapado’ del golf español?

Alejandro Cañizares, Sí, yo creo que Alejandro va a ser muy bueno, no sé hasta dónde, pero muy bueno. Y Pablo Martín también tendrá sus oportunidades. Alejandro es, de los jóvenes, el que más me gustaba.

¿Sabes de algún modo cómo puede ir el día antes de salir a jugar? Es decir, si tienes alguna sensación especial, algún gesto, algún tic que te permita saber cómo estás ese día…

Sí. Las tres primeras bolas de la mañana. Cuando llego al campo de prácticas y pego esas tres primeras bolas… Según cómo las pegue me digo, hoy va a ser un día bueno o, cuidado, cuidado… Pero casi prefiero esos días porque salgo más alerta, con los ojos más abiertos.

¿Cómo ves a las nuevas hornadas de jugadores?

Me gustaría más ser un Ernie Els o un Mickelson que cualquier máquina que hay por ahí arriba, cualquier sueco… Tiger es el Dios de la nueva escuela, es el referente de todos los asiáticos. Y ojo con Asia porque hay una gran Escuela. En China jugué con un chico de 14 años y le pegaba 20
metros más largo que yo… Lo de Corea y China es acojonante. Montarán su propio circuito en China y espero que se lo guisen ellos, porque como salgan de allí va a ser un cachondeo: son muy buenos y están muy bien preparados.

Dos escuelas, dos estilos, Tiger y Mickelson…

Me identifico con la escuela de Mickelson, la de Tiger es tan especial que es muy difícil de seguir. Mickelson también ha tenido mala suerte por tener a Tiger en su época, posiblemente llevaría doce majors, estaría casi en los números de Tiger.

El año pasado viviste una gran experiencia en el open USA. Quizá tus objetivos pasen por volver a protagonizar situaciones como aquella…

Sí. Lo pasé muy bien en Nueva York, en Bethpage, yo estaba ‘acojonao’, el primer día de prácticas, en unos metritos del putting green al tee del uno firmamos 200 autógrafos. Llegas al tee y un estrés… Y te dices, pero si esto es sólo una ronda de prácticas, dejarme tranquilo que yo juego en Europa. Pero luego llegó el torneo y estás tan acostumbrado que estás deseando meter un putt y escuchar el jaleo. Te tienes que dejar llevar si quieres jugar en Estados Unidos, si no, no puedes. La semana siguiente fuimos a Munich que normalmente tiene gente, y sentías que no había nadie. Te das cuentas de lo que es la Champions… A Europa en algunos aspectos le falta esa tirada, ese gancho que tiene el golf en América.

Pero como gran sueño yo diría que una jarrita en el British, en un links, además juego bien los links. Una jarrita y a dormir…

(pausa. piensa y vuelve a América…)

Me gustaron las sensaciones en América. Nunca lo he probado, si algún día aquí me cansó o no aguanto la tarjeta es muy posible que me fuera a América, el Challenge no creo que lo jugara. Me gustaría ir, no sé, incluso al Nationwide, algún mini tour… A ver qué es aquello.

(El domingo del Madrid Masters Lara igualaba el récord del campo, 64 golpes, que ya habían alcanzado Graeme Storm y Álvaro Quirós en las dos jornadas anteriores, para obtener así su mejor cheque de la temporada. ¿Le veremos en la final de Dubai allá por el mes de noviembre? Pueden apostar a que sí).