Después del Andalucía Valderrama Masters decidí darme un descanso absoluto de golf. No tocar un palo, pero de verdad. Necesitaba alejarme después de otra temporada realmente complicada y un poco frustrante, a pesar de la victoria en Sicilia. Hasta hoy han sido dos semanas de ‘retiro’ y, sinceramente, creo que es la primera vez en toda mi carrera que estoy tanto tiempo sin dar bolas…
Pero escribo para anunciar que vuelvo a los campos de golf… Aunque no exactamente de la misma manera que estaba acostumbrado. El caso es que esta semana que viene voy a llevar la bolsa de Gonzalo Fernández Castaño en la Final de la Escuela que comienza el próximo sábado en Lumine Golf. Me parece una bonita e interesante manera de regresar al golf, echando una mano a un amigo que va a intentar recuperar la tarjeta del circuito europeo. Otra cosa será el momento de empezar a entrenarme yo y a pegar bolas, eso queda para más adelante…
Como bien comprenderéis, no pretendo hacer nada del otro mundo como caddie, ni aspiro a cambiar nada especialmente o de manera fundamental en el juego de Gonzalo. Solamente quiero acompañarle y apoyarle a lo largo de un torneo que es especial por su duración, seis jornadas de golf. Un torneo en el que lo más importante quizá sea eso, precisamente, luchar contra la ansiedad o las prisas cuando no llegan los birdies, sabiendo que si mantienes la paciencia tu momento va a llegar.
