No se puede decir que haya empezado a pedir de boca mi semana en Sicilia. Mi maleta y la bolsa de palos se perdieron por el camino… La maleta llegaba con un día de retraso, pero no los palos y hoy, martes, apenas he podido trabajar en la calle de prácticas. Pegué unas cuantas bolas con un hierro 5 de Andrea Pavan y otras cuantas con una madera 5 que Callaway me tenía preparada. Poco más. Así que os podéis imaginar que ahora mismo ni siquiera yo puedo decir cuáles son mis expectativas a la hora de defender el título que conseguí aquí el año pasado…
Pero me lo tomo con filosofía porque al fin y al cabo las últimas semanas de competición han sido positivas. Incluyo también la del Open de España en Madrid, aunque no pasara el corte, porque el juego estuvo bastante bien. Hay que seguir ajustando el juego y los palos nuevos. Por ejemplo, los blaster que voy a usar esta semana tienen la varilla algo más dura. Pero en general el panorama es más positivo que antes de este último tramo de la temporada, de eso no cabe duda.
Para acabar, os cuento una novedad fundamental en las condiciones de juego: el campo ha cambiado bastante respecto al que jugamos el año pasado porque ahora tiene un rough muy penalizador. Yo no sé si esto me va a ir mejor o peor, pero hay que reconocer con honestidad que ahora mismo es mucho mejor campo que hace un año. Como es obvio ahora exige mucho más desde el tee, porque el rough hace daño de verdad. Así que será cuestión de ir rectos para no meterse en problemas…
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