Lo mejor de la primera jornada de la Solheim Cup ha sido el resultado. Tres puntos de ventaja está muy bien. Tenemos que estar contentas. Sin embargo, lo que más me sorprendió del sábado es que las americanas no jugaron nada bien. Es más, tampoco es que las europeas hicieran nada del otro mundo. Diría que hicimos lo necesario para ganar y eso está muy bien. Es cierto que el foursome es una modalidad difícil y el campo es realmente exigente, pero no hubo un gran brillo. Hicimos lo que había que hacer.
De la mañana me quedo con la gran remontada de Celine Boutier y Georgia Hall con un birdie muy bueno al 17, así como la de Emily Pedersen y Charley Hull, que ganaron tres de los cuatro últimos hoyos y sacaron un birdie espectacular en el hoyo 18. Todo salió muy bien. La tarde fue un poco más de lo mismo, las americanas sin jugar del todo y las europeas haciendo lo necesario.
En cuanto a la regla, lo que pasó es complejo. Se parece a lo que ocurrió en la Solheim de Alemania con Alison Lee, que cogió la bola antes de que le concedieran el putt. Sí, la regla es la regla, pero a mí me parece mal que el árbitro intervenga sin que nadie diga nada porque esa bola no habría entrado en la vida. Tanto es así que Sagstrom ni corrió ni nada, se quedó esperando y cuando vio que no entraba se acercó tranquilamente la cogió y se la pasó a Nelly que ni se sorprendió…
Es verdad que un árbitro puede intervenir, pero yo lo veo más normal en un torneo medal, ya que estás defendiendo a todos los jugadores, pero en un match play, a no ser que te llamen, no lo veo tan lógico. Esa es mi opinión. Es cierto que incumplió esa regla, pero ganar un hoyo de esa manera… Es lo que es.
Me acuerdo que cuando le pasó a Alison Lee le obligaron a darle el siguiente hoyo y me da mucho coraje porque Pat Hurst en Alemania que fue la que más se puso como se puso y ahora no ha dicho nada… Pero bueno, es lo que hay, quebrantó la regla y todo se aprende.
