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Blog de Azahara Muñoz

Qué significa el año de maternidad en el LPGA y cuál es mi plan

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Azahara Muñoz. (© Golffile | Eoin Clarke)

Hola a todos desde Florida. El domingo disputé mi última ronda de competición en mucho tiempo y tenía ganas de contar mis sensaciones y mis planes en los próximos meses. Como ya todos sabéis, voy a ser madre y hay muchos que me han preguntado cómo es eso de jugar embarazada de seis meses o cuál es la normativa del LPGA Tour en estos casos. Os explico.

Vamos primero con lo más burocrático. Qué dice el LPGA en estas situaciones. Pues bien, el circuito americano considera el año de maternidad aquel en el que nace el niño. Así las cosas, mi año de maternidad será 2022, ya que su nacimiento está previsto para el 1 de marzo. Lo mejor de la normativa del LPGA es que, por decirlo de alguna manera, ese año de maternidad es gratis. Puedes jugar mucho, jugar poco o no jugar nada, ya que a efectos de tu categoría en el circuito no cambia. Haga lo que haga el año que viene, empezaré 2023 con mi categoría actual, la tarjeta completa a excepción de algunos torneos en Asia de field reducido donde no creo que entre.

La verdad es que esta reglamentación da mucha tranquilidad. No tengo planes de cuándo volver porque quiero ver cómo voy. Toda mi vida he ido corriendo para hacer las cosas y como el año que viene no tengo que correr, pues me lo voy a tomar con calma, con tranquilidad. Cuando vea que estoy bien físicamente empezaré a entrenar otra vez. Si vuelvo a jugar en septiembre, que sea en septiembre y si es más tarde o hay que esperar a 2023, pues lo que toque.

Con las normas en la mano las jugadoras hacemos cálculos para saber cuándo es mejor quedarse embarazada. Casi siempre hay pros y contras. Lo malo de quedarme embarazada cuando me quedé es que juegas casi todo el año embarazada, pero al mismo tiempo lo bueno es que, al haber mantenido la tarjeta, tendré después más tiempo para volver y prepararme bien. Lo ideal es quedarse embarazada en noviembre, porque así no juegas ningún torneo que cuenta embarazada. Al año siguiente puedes jugar o no y no cuenta y vuelves al otro año. Lo malo es que tienes menos tiempo de preparación para el siguiente. Hay otra opción que es añadir un año más de exención al año de maternidad, pero en ese ya tienes que elegir: o juegas y cuenta, o no juegas y no cuenta. Lo mejor es que yo me encuentro muy bien.

Mi último torneo, el Pelican Women’s Championship de la semana pasada, fue un poco triste. Menos mal que pasé el corte. Sé que daba igual, pero Tim, mi marido, estaba de caddie y quería al menos pasar el corte. No fue fácil porque jugar embarazada de seis meses cuesta, y eso que yo he tenido la suerte de que no me ha salido mucha barriga. Hay otras jugadoras, como Paula Creamer, que no podían jugar ya con seis meses porque la barriga era muy grande. En cuanto al juego, pegaba igual algo menos con el drive, pero con los hierros igual. Quizá lo que más se nota es en la consistencia. Obviamente hay que mover más barriga y no es fácil, aunque yo le he pegado bastante bien.

Mi problema en la semana del Pelican fue otro, aunque está relacionado con el embarazo. Estuve  a punto de no jugar porque me empezó a doler mucho el pie izquierdo por la parte de fuera, que es donde tienes todo el peso en el finish del swing. Me han dicho los fisios que cuando estás embarazada todos los ligamentos están muy flexibles, muy laxos, y entre eso y que tengo algo más de peso y el centro de gravedad más bajo, va mucho más peso a esa parte. Me empezó a doler la semana antes, el lunes más porque jugué un pro am, el martes no jugué para proteger la zona y el miércoles en el pro am me dolía mucho y lo pasé regular, dormí fatal… Nunca me hubiera retirado, pero me dolía mucho. Tenía tanta pena porque era mi último torneo que no me quería retirar, quería jugar como fuera y ahora sí que me duele, tengo un poco botita de pie. Aparte de eso, no tengo ninguna queja, llevo un embarazo maravilloso, sin ningún problema. No hay quejas.

Voy a tener el niño en Estados Unidos. En principio el plan ira ir a España, a mí me hacía ilusión, pero desde el punto de vista legal, de intendencia y burocrático era mejor quedarse aquí. Si el niño naciera en España, me tendría que llevar allí todas sus cosas y traerlas luego de vuelta. Era un follón. Además, si lo tengo en España no recibe la nacionalidad americana y después habríamos tenido que hacer todo el papeleo para traerlo acá. No sabíamos cuándo podría haber sido. Me hubiera encantado tenerlo en España, pero al final lo haremos al revés. Mis padre se vienen a Estados Unidos. Ya tienen los billetes. Vendrán a Florida dos semanas antes del 1 de marzo, la fecha prevista para el nacimiento, y se quedarán aquí los tres meses que permite el ESTA para ayudarme. No tengo queja. Aquí tendré a mi padre, mi madre y mis suegros. Fenomenal.

Quiero terminar dando las gracias a los patrocinadores. Todos me han mantenido los contratos para el año que viene. Sólo hay uno que no sigue, pero porque ha pensado salirse del golf, no tiene nada que ver conmigo, así que muy contenta y muy agradecida.

Muchas gracias a todos por los mensajes de apoyo y de ánimo. Seguro que todo va a salir muy bien. Ya os iré contando…