Inicio Blogs Azahara Muñoz «Por favor, sé buena…»

«Por favor, sé buena…»

Compartir

No sé ni por dónde empezar… ¡Qué locura! Ha sido increíble. La mejor semana de mi vida. Qué nervios, qué emoción, qué alegría, qué equipo más sensacional, qué pasada… Inolvidable. ¡¡Hemos ganado la Solheim!! Sí, lo hemos conseguido. Hubo momentos en que parecía imposible, pero lo hemos logrado. ¡Felicidades, EQUIPO! ¡Gracias, EQUIPO! Os quiero contar cómo he vivido esta semana y, sobre todo, cómo ha sido este domingo de infarto…

La consigna de las capitanas durante la cena del sábado por la noche fue muy clara: la competición por equipos se ha terminado. Ya no hay parejas. Ya no hay que pensar en la compañera. Ahora estáis solas y lo único que tenéis que pensar es en ganar vuestro punto. Si lo hacéis, ganaremos la Solheim.

La segunda consigna fue el domingo por la mañana: nada de mirar las pizarras, ni de hacer cuentas… Lo confieso. Mea culpa. Ha sido superior a mis fuerzas. Yo no he parado de mirar las pizarras y he estado todo el tiempo con la calculadora en la cabeza. Hasta el punto de que llegó un momento en que no lo veía, no me salían los números, pensaba que se nos escapaba…

En el segundo parón del día por la tormenta eléctrica iba en el buggie con Suzann Pettersen y Caroline Hedwall y le dije a Suzann que se estaba complicando la tarde, que estaba mirando las pizarras y que no pintaba bien. Me miro fíjamente y me dijo: “deja de mirar las pizarras. Si ganamos las tres nuestro partido, ganamos la Solheim”. Dicho y hecho. Ha sido increíble cómo ha ganado Suzann su partido y cómo ha salvado medio punto Caroline. ¡¡Parecía imposible!!

Yo sabía que tenía que ganar mi punto si queríamos tener alguna opción. Salí al 17 convencida de que sólo me valía el birdie. Tenía que ganar el hoyo. Durante toda la semana, cuando caminaba entre golpe y golpe iba bastante nerviosa, pero sobre la bola me he sentido siempre muy cómoda. Ha sido una semana genial con todo el equipo. Hemos disfrutado muchísimo. Nos lo hemos pasado muy bien. La convivencia ha sido fantástica, hemos ido cantando en el autobús, hemos hecho juegos… Creo que este ambiente ha sido la clave para que yo haya jugado bien.

Vuelvo al 17. En el segundo golpe tenía 111 metros a la bandera con el viento pegando de derecha a izquierda. He decidido pegar un hierro 8 suave, tirándola bajita para que no la cogiera el viento y ha sido perfecto. Cuando la he visto salir iba tan bien que no sabía que decirle, si vuela, si baja… así que sólo le he dicho “por favor, sé buena…”.

El putt no tenía más de medio metro, pero el corazón se me iba a salir por la boca. No sé ni cómo le he dado. En ese momento, no sabía que habíamos ganado la Solheim. Escuché mucho ruido en el 18, pero como había también muchos aficionados americanos no me fiaba.

Hemos pegado el golpe de salida en el 18 y he visto correr a mucha gente hacia nosotras. Me gritaban que habíamos ganado la Solheim y todas me dijeron que yo había sido decisiva. Ha sido una locura, increíble. El tiro a green no sé ni cómo lo he pegado y después nos hemos dado el putt porque ya daba igual.

Jamás me habría imaginado que iba a estar jugando la Solheim en el último partido del día. Si lo pienso me da algo. En la cena del sábado, cuando la capitana me dijo que jugaba la penúltima me puse un poco nerviosa. Qué presión. ¿Y si mi punto es el decisivo para ganar o perder la Solheim? Todo el equipo pendiente de mi, las jugadoras, las capitanas… Horror. Lo comenté con Suzann y la verdad es que me ayudó mucho lo que me dijo. “Si las capitanas te han colocado en el penúltimo partido es porque están convencidas de que puedes hacerlo, puedes aguantar la presión y puedes ganar el punto”. No lo había visto de ese modo y lo cierto es que su comentario me dio mucha confianza.

La celebración ha sido impresionante. La foto de Severiano que habéis visto ha estado toda la semana en el vestuario. También hemos vuelto a ver el vídeo que Seve mandó al equipo de la Solheim de 2009 en Chicago. Ha sido muy emocionante. No sé lo que va a pasar en el futuro, pero esta semana he disfrutado muchísimo y ojalá pueda repetir otros años.

No me quiero despedir sin daros las gracias a todos los que habéis venido a Irlanda a apoyarnos y a los que habéis estado empujando desde casa. ¡¡Muchas gracias de corazón!!

Y ahora os dejo que me esperan para seguir la fiesta…