«Dejo el golf profesional, mentalmente no soportaba ya tantas recaídas»

El sábado pasado fue uno de esos días inolvidable que siempre llevaré conmigo. Puede sonar como un cliché, pero experimenté algo que nunca antes había sentido: la victoria como espectador.

Todos ustedes saben que por circunstancias físicas, me vi obligada a alejarme del juego. Todo comenzó con un desgarro muscular durante el último día de mi primer torneo del año en enero de 2018, y ha terminado con múltiples recaídas durante mis intentos de volver. Enfatizo la palabra terminado, porque he tomado la decisión personal de mantenerme alejada del golf competitivo.

La decisión no ha sido cosa de un día y el hecho de que mi novio (Robert Farah) ganara Wimbledon tampoco aceleró mi anuncio público. Llevo madurando esta idea unos meses, mientras intentaba unirme a mis compañeras competidoras del LPGA.

La última vez que sufrí una recaída, mentalmente no lo pude soportar más. Y para ser completamente honesta con ustedes, ya no tenía todas mis energías puestas en eso. Han pasado muchas cosas y en el proceso de volverme más fuerte mentalmente durante esta fase oscura, aprendí que hay un mundo hermoso para mí esperando ahí fuera, fuera de las cuerdas de la LPGA.

Entonces, nuevamente, disculpen mi redundancia, quiero aclarar que el éxito de Robert no me ha impulsado a tomar esta decisión. Lo único es que sí me sentí alentada a compartirlo públicamente con ustedes, simplemente por lo que sentí mientras veía a Robert ganar. Esa alegría que sentí no fue la misma que tuve al competir estos últimos años. Y a pesar de que no estoy cerrando mi carrera por un desempeño deficiente (porque me lesioné en uno de los mejores momentos en mi carrera), ni porque no tenga tarjeta del LPGA, ya que podría competir el próximo año, he decidido dar un paso adelante, ser valiente y buscar nuevas aventuras.

No puedo decir que haya tenido algo parecido a ese tipo de éxito durante mi carrera profesional, pero sí tuve mis momentos brillantes. Sin embargo, el éxito personal cuando eres un deportista es muy diferente al de cuando eres un espectador. Cuando miras desde la barrera, ese sentimiento de alegría parece más largo y duradero. Mientras que, cuando estás compitiendo, el momento de alegría después de una victoria dura segundos, tal vez minutos. El cerebro y la mentalidad de un atleta están conectados de manera diferente. Y la alegría se ve ensombrecida por el ansia de saber qué hacer a continuación para volver a ganar, o para estar lo más arriba en los rankings.

Así que aquí estoy, anunciando que he decidido buscar otras oportunidades personales fuera del LPGA Tour y del golf competitivo. He hecho las paces con el hecho de que ya no competiré a nivel de élite y me siento muy bien al respecto. Tuve una buena carrera junior y una fructífera carrera profesional y ahora estoy lista para enfrentar la próxima etapa de mi vida y aventurarme en nuevos terrenos.

Sí, seré una esposa de tenis. Pero he sido esposa de tenis durante los últimos 10 años, y nueve de ellos durante mi carrera profesional de golf. Así como Robert ha sido marido de golf. Y los dos abrazamos nuestros roles con el mismo orgullo. Pero además de acompañar a mi novio en el Tour, también perseguiré algunas cosas increíbles que me llenan de alegría.

Definitivamente, hay más cosas que compartir a través de mi blog, como hablar abiertamente sobre mis dificultades mentales durante mi lesión y en mis continuas recaídas. Esto es de lo que realmente quiero hablar con ustedes, pero necesito encontrar el momento perfecto para hacerlo. También hablaré sobre cómo me sentí al aceptar un puesto de trabajo después de haber sido una jugadora profesional durante toda mi vida y mucho más.

Mientras tanto, gracias por compartir sus palabras de aliento y apoyo conmigo. ¡Sabes que soy lo más real posible y mi transparencia es lo que hace que nuestra relación sea tan genial!

¡Gran abrazo y se valiente!