No hay nadie más autóctono en Gardagolf, el escenario del Open de Italia que se disputa esta semana, que Matteo Manassero, mi ‘Jefe’, y Nino Bertasio, así que vamos a estar como en casa. Ya estuve por aquí hace un par de semanas. Me quedé en casa de Matteo, trabajamos, conocí la zona y nos lo pasamos muy bien.
Cuando algún jugador pega lo que llamamos una ‘papa’ de golpe, suelo hacer la broma de nombrar o acordarme del grupo ‘The Mamas and the Papas’, pero aquella semana de trabajo y diversión me pagaron con la misma moneda y fui yo quien se llevó el mote: ahora soy ‘Slicer and the Hookers’… Ya os podéis imaginar por qué. Jugamos algunas partidas, sobre todo de nueve hoyos, y yo me harté de ir al bosque a izquierda y derecha. Sí, ya me conozco bien todos los rincones del ‘forest’ del campo… Pese a todo, Matteo y yo conseguimos ganar un partido por parejas a Nino Bertasio y un socio del club (al día siguiente, eso sí, nos dieron una buena paliza). En fin, lo dicho, ‘Slicer and the Hookers’, qué le vamos a hacer.
Matteo está feliz de jugar en casa. Muy motivado. Es su campo de toda la vida y realmente se lo conoce bien. Sobre todo cada palmo de los greenes, que parece algo importante en este recorrido: saber dónde hay que estar en los greenes. Salvo si salta mucho el viento, en cuyo caso puedo servirle de más ayuda, la verdad es que esta semana la tarea se simplifica…
