Hola a todos desde Irlanda. Estrenamos campo esta semana. Siempre es divertido y un desafío, sobre todo cuando el escenario tiene tanta historia y tanta miga. Estamos en Lahinch. Así se llama el campo y el pueblo donde está ubicado. El martes entrenamos los nueve primeros hoyos y después yo he andado los nueve segundos. Se trata de un links clásico de las islas, pegado al mar y la verdad es que paisajísticamente hablando es muy bonito porque tiene muchas salidas pegadas al agua desde donde se ve la playa. Es un gran diseño y eso que es de 1895, es decir, esto tiene más años que un regato.
El campo es bastante bueno, un links largo, se juega difícil porque hay que pegar mucho driver desde el tee y poco hierro. Sí es cierto que tiene alguna salida ciega más de la cuenta, lo que lo convierte en algo truquero, de esos recorridos que hay conocerse bien. Pero vamos al meollo, a los hoyos 4 y 5, los que permanecen intactos desde que los diseñara Old Tom Morris en el siglo XIX. Se dice pronto…
El hoyo 4 es un par 4 con una calle muy estrecha. Colocas la bola en el fairway, o sus alrededores, y la gran sorpresa es cuando miras hacia adelante y no ves el green. Lo buscas por un lado y otro y nada. Lo único que ves es una mole espectacular de unos 15 metros de altura. Sí, lo que leen. Una montaña justo delante, a unos 30 metros de donde ha caído la bola, más o menos. El green está detrás, pero no se ve y, cuidado, tienes que pegar un hierro 6 de segundo. No se ve nada. Una locura. Diferente a todo lo que jugamos durante el año. Nunca había visto algo así.
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Como os digo, el green no se ve y de la bandera ni hablamos. Cómo comprenderán, se hace complicado saber la línea por donde hay que tirar. Para ayudar a los jugadores van a colocar cada día una estaca de referencia en la calle que, según me han dicho, es como se jugaba antiguamente. Pero claro, si estás en calle pues muy bien, te aporta información, pero si te vas al rough ya estás contra las cuerdas. Es una especie de homenaje al golf antiguo y no lo han querido cambiar con el paso de los años. Podrían haber dinamitado la montaña o haber movido un poco la calle a la derecha, pero han preferido dejarlo así. Es extraño e incluso aberrante. Ya os digo que los jugadores, en general, están bastante indignados con este hoyo… y el siguiente.
Llegamos al hoyo 5, par 3. Está dentro de una montaña y en el medio hay una especie de agujero natural gigante donde está metido el green. Desde el tee apenas se ve una parte muy pequeña del green, como cinco pasos, pero el resto nada, ya que está entre montañas. Como se te quede la bola en la montaña corta o en la montaña larga estás casi muerto. Qué van a hacer. Algo nuevo también… Habrá un cámara grabando todos los golpes de la vuelta y han puesto una pantalla al lado de green para que los jugadores después de pegar la salida miren a la televisión para ver dónde termina su bola. ¡Flipas! Es la primera vez que ocurre algo así en el European Tour. ¡Tienes que mirar a una pantalla para saber dónde acaba tu bola! También van a colocar una estaca en mitad de la montaña para que los jugadores puedan tomar alguna referencia.
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El resto del campo es muy bueno, muy chulo visualmente. Los pares 3 son muy buenos y tiene mucha historia, pero los hoyos 4 y 5 han provocado mucha controversia. Miguel Vidaor, director del torneo, nos explicaba que es cierto que son raros, pero a la antigua usanza, del Viejo Morris, cuando no se podían mover tierras. Es algo especial. Os diría que el hoyo 5 me parece hasta curioso, lo entiendo, pero el hoyo 4 lo considero una aberración arquitectónica. Desde luego, va a estar divertido. No sé deciros con qué resultado se va a ganar porque es la primera vez que se juega aquí, pero ya os digo que es un links muy largo, prácticamente no se pega ningún hierro. Una semana diferente.
