Francesco, por dentro… y por fuera

Creo que ayer fui el último en salir del TPC Potomac. Eran ya las ocho y media de la tarde y estaba cansado, vacío, pero feliz, muy feliz. El esfuerzo había merecido la pena. Tenía una sonrisa de oreja a oreja. Francesco Molinari se acababa de marchar. Nos dimos un abrazo. Hay pocas cosas más reconfortantes que el trabajo en equipo bien hecho cuando se obtiene la recompensa. No siempre ocurre, hay veces que los resultados no llegan o no son tan buenos,  por eso cuando sucede conviene celebrarlo y paladearlo.

Francesco consiguió este domingo una gran victoria en el Quicken Loans National y me gustaría compartirla con vosotros desde mi punto de vista, desde la bolsa, desde el compañero que va siempre a su lado. Ganó con ocho golpes de ventaja en el PGA Tour, así que imagino que no os descubro nada si os digo que jugó muy bien, realmente bien, aunque sinceramente creo que en Wentworth, cuando ganó el BMW PGA Championship, jugó aún mejor.

Lo del domingo en los segundos nueve hoyos fue algo exagerado. Tirazo tras tirazo. Yo diría que en Wentworth, le pegó igual de bien o mejor, pero toda la semana, a excepción de los tres primeros hoyos. Muy sólido. Es una máquina cuando entra en ese estado de control.

Ahora mismo, está teniendo torneos muy buenos de putt, como en Italia, donde sacó siete golpes al resto en esa parcela… Si consiguiera eso con regularidad, es muy difícil que alguien le pueda ganar

Diría, no obstante, que la clave de las últimas semanas es la mejoría que ha experimentado con el putt. La temporada empezó mal en este aspecto, pero el cambio ha sido importante desde que empezó a trabajar con Phil Kenyon en Bay Hill. Los resultados se están viendo. Antes también tenía semanas muy buenas de putt, pero había otras malas o muy malas. No había regularidad.

El problema del putt no es tanto que metas o no como las sensaciones. En Phoenix, por ejemplo, a finales de enero, estaba muy perdido, no sabía ni cómo pegarle. Eso genera mucha desconfianza y después es muy difícil recuperarla. Hay veces que los números no son buenos, pero lo estás haciendo bien y no pesa.

Si tuviera que decir cuál es la principal virtud de Francesco como jugador diría que es su facilidad para repetir siempre el mismo golpe

Desde que trabaja con Kenyon ha ganado en regularidad, y eso es vital en un jugador que lleva la regularidad por bandera. De cero a diez, igual las semanas de putt no son de ocho, nueve o diez, pero tiene muchas, casi todas, de seis, siete, y eso es positivo porque ayuda a crecer.

Si tuviera que decir cuál es la principal virtud de Francesco como jugador diría que es su facilidad para repetir siempre el mismo golpe. Igual sus mejores hierros nos son los mejores del mundo. Es posible que su mejor drive tampoco sea el mejor del mundo. Pero sí es capaz de repetir más veces que nadie hierros y drives que están por encima de la media, entre los mejores del mundo. El grado de desviación que tiene con el juego largo es mínimo. Impresiona. Un drive fallado se puede ir de calle, tres, cuatro metros, no más. Pega hierros muy buenos, pero sin duda, diría que su mejor palo de la bolsa es el driver. Es alucinante como puede repetir una misma línea una y otra vez, una y otra vez, en el campo y en la cancha de prácticas, y la pelota, como máximo, se desvía dos, tres metros del objetivo.

Es capaz de repetir más veces que nadie hierros y drives que están por encima de la media, entre los mejores del mundo

No tengo ninguna duda de que si conseguimos elevar el nivel medio del putt, Francesco estará muchas semanas peleando por la victoria. Será muy difícil sacarlo de ahí. Ahora mismo, está teniendo torneos muy buenos, como en Italia, donde sacó siete golpes al resto con el putt… Si consiguiera eso con regularidad, es muy difícil que alguien le pueda ganar. Está en ese camino. Diría de Kenyon que es un gran entrenador por el amplísimo conocimiento que tiene de la técnica. Su principal virtud es que adapta la técnica al jugador, no al revés. Detecta bien qué necesita cada persona y se lo da.

Pega hierros muy buenos, pero sin duda, diría que su mejor palo de la bolsa es el driver

No obstante, os quiero hablar también del Francesco persona. Mirad que es difícil, pero diría que fuera del campo es incluso mejor que dentro de él. Es un diez como persona y como jefe. Es un placer trabajar con él. Sabe delegar y, sobre todo, comunica muy bien. Habla mucho y escucha. Todas las decisiones que se toman son fruto de un consenso, de un intercambio de opiniones con todo el equipo, atentos a todos los detalles. Después exige como el que más, pero cuando todos sabemos lo que se busca y lo que se quiere, la exigencia no es un problema.

Es un diez como persona y como jefe. Es un placer trabajar con él. Sabe delegar y, sobre todo, comunica muy bien. Habla mucho y escucha. Todas las decisiones que se toman son fruto de un consenso, de un intercambio de opiniones con todo el equipo, atentos a todos los detalles

Llevo ya tres años con él y la relación es muy buena. En el campo, seguro que nos veréis por la tele, vamos muy concentrados, metidos en lo que hay que hacer y es posible que transmitamos una imagen de traquilidad, pero no es así. Claro que hay tensión. Más que relajación, lo que desprendemos es confianza fruto de la concentración y la abstracción. Francesco es muy inteligente y práctico y jamás tiene una salida de tono fuera del campo. Es una de esas personas a las que creo que todo el mundo desea que le vaya bien.

Os escribo desde Tampa, donde esta semana estaré de vacaciones. No compensa volver a casa para una semana. Entre los aviones y el jet lag ni te enteras. Estoy en una zona muy buena, con playa, gimnasio y mucha tranquilidad. El sitio ideal para descansar, cargar pilas y volver a cargar la bola al hombro la próxima semana.

(*) Pello Iguarán es el caddie de Francesco Molinari desde hace tres años