La semana pasada tuve la suerte de poder ver a Tiger Woods en directo. Como sabréis, estuve en el Hero World Challenge llevando la bolsa de mi jefe, Francesco Molinari, y sin duda, el regreso del norteamericano era la gran atracción del torneo.
Antes de nada, quiero decir que estoy muy contento trabajando con Francesco, es un placer estar rodeado de un equipo tan espectacular. Estar codo a codo con él y junto a los mejores jugadores del mundo me hace ser mejor cada día. Te das cuenta de lo que necesitas para mejorar y también te enseña que hay otras cosas en las que estás igual de bien o mejor.
Volvemos a Tiger… Os quiero contar lo que yo vi con mis propios ojos. Es un torneo con muy pocos jugadores, con poco público y no mucha prensa, pese a que era la vuelta de Woods. Por este motivo, es muy cercano y los jugadores coincidimos prácticamente todo el tiempo, en el campo de prácticas, en el players lounge, en el gimnasio… Es una gran semana.
Hay dos cosas que me han llamado mucho la atención de lo que he visto de Tiger. La primera es cómo le ha cambiado el físico. Se ha recuperado de maravilla y se le ve fuerte, mucho mejor de movilidad, nada que ver con lo que vimos en Dubai en febrero. Es otro. Y lo segundo que más me ha llamado la atención es lo tranquilo que le he visto, bromeando, sin grandes expectativas. Le he notado con menos presión que antes, como por ejemplo en Dubai, está más relajado.
La mejoría técnica es muy clara. Está claro que aún le queda un proceso y que tendrá que seguir afinando, sobre todo desde el tee, donde aún tiene algunos errores, pero está a un nivel magnífico para competir de nuevo con los mejores.
Su mejoría física le permite hacer mejor el swing. Antes se le veía algo bloqueado y la bajada parecía ir independiente a la subida. Ahora le pasa alguna vez y por eso se desvía, pero mucho menos. Son pequeños ajustes que en estos grandes jugadores producen una mejoría muy grande.
Sin duda, lo que más me ha impresionado es el físico. Está como un atleta, y os lo digo yo que lo he visto en el gimnasio, y eso le permite hacer un swing con más movilidad y fluidez. La evolución desde Dubai ha sido enorme. Antes no estaba bien preparado y tenía las expectativas muy altas y ahora lo veo mucho mejor preparado y con las expectativas más contenidas. Creo que es el cóctel perfecto.
Está claro que no es lo mismo el torneo de Bahamas que otro donde hay que competir contra 150 ó 160 jugadores para pasar un corte o la presión de un major, pero la sensaciones que ha dejado son muy buenas. Nos ha impresionado a todos los que hemos estado allí. De hecho, recuerdo una conversación con Jordan Spieth durante el segundo día donde él también decía que estaba sorprendido con el rendimiento de Tiger.
Y otro dato que os dejo que seguro que os va a hacer a todos mucha ilusión… He estado viendo estos días a José Mari Olazábal entrenando en Basozábal y está muy bien. Físicamente se encuentra como nunca y transmite muchas cosas positivas. También está pegando muy bien desde el tee, así que ¡ojalá que 2018 sea su año y lo veamos de nuevo arriba peleando por ganar torneos!
