Inicio Blogs Caddielandia Pello Iguarán: así viví la Ryder desde la bolsa de Molinari

Pello Iguarán: así viví la Ryder desde la bolsa de Molinari

Compartir
Foto mágica: con Ian, caddie de Fleetwood, selfie en el tee del 1 antes de jugar el sábado. © Pello Iguarán
Foto mágica: con Ian, caddie de Fleetwood, selfie en el tee del 1 antes de jugar el sábado. © Pello Iguarán

La Ryder Cup ha sido brutal. Exagerada. No es comparable a nada. Es muy difícil aglutinar las sensaciones y explicarlas. La intensidad con la que se vive todo es increíble, y mucho más cuando tienes la suerte de jugar los cinco puntos. Si encima el resultado es bueno, entonces se convierte en una semana mágica. Ha sido como el domingo del Open Championship en Carnoustie, jugando con Tiger Woods, pero todos los días.

Hay tanto que transmitir que resulta muy complicado hacer un resumen o seleccionar unos momentos frente a otros. En cualquier caso, voy a hacer un esfuerzo, y con el poso que da el paso de las horas, os cuento cuáles han sido para mí los mejores momentos de la Ryder.

Con Francesco Molinari. © Golffile | Eoin Clarke
Con Francesco Molinari. © Golffile | Eoin Clarke

El primer momento clave fue ganar el primer fourball del viernes. La Ryder iba 3-0 y suponía sumar el primer punto. Parece que no, pero cambia mucho la perspectiva, sobre todo porque ganamos remontando. En el tee del hoyo 11 íbamos dos abajo ante un Tiger Woods y un Patrick Reed que estaban compitiendo muy bien, especialmente Tiger. El partido estaba muy cuesta arriba y perderlo habría supuesto un palo más en la rueda de Europa.

Ha sido como el domingo del Open Championship en Carnoustie, jugando con Tiger Woods, pero todos los días

El primer putt decisivo de ese partido fue el que embocó Francesco en el hoyo 11 para ganar. Recuerdo que le dije a Ian, el caddie de Fleetwood, antes de que pateara Molinari, que ese era el momento. Había que meterlo. Cuando lo hizo lo celebramos por todo lo alto, incluso le di un empujó de emoción a Francesco. Después nos llevamos el 12 y entonces… Entonces llegó el putt de Tommy en el hoyo 15. Desde la izquierda. Con Tiger a un metro del hoyo. Era sólo el viernes por la mañana, pero creo que ese putt fue clave en la Ryder Cup.

El otro gran momento fue la tarde de foursomes. El 4-0 mató al equipo americano. No lo esperaban. Fue impresionante. Francesco y Tommy no pudieron jugar mejor. Cierto que Jordan Spieth no estuvo muy fino con el putt, pero Justin Thomas, que yo creo que ha sido el mejor americano, aguantó bien.

Me sorprendió la tranquilidad con la que jugó Tommy para ser su primera Ryder Cup

Los otros dos partidos volvieron a ser muy sólidos de Francesco y Tommy. El fourball del sábado ante Tiger y Reed fue duro, pero los dos se iban apoyando mucho en los momentos más delicados. Molinari y Fleetwood hablaban todo el tiempo, se animaban, se transmitían energía y eran muy positivos. Me sorprendió la tranquilidad con la que jugó Tommy para ser su primera Ryder Cup. Creo que Francesco le aportó esa calma necesaria. Más allá, obviamente, de que soy subjetivo al ir con ellos, sinceramente creo que fueron un espectáculo.

Antes del putt de Francesco en el hoyo 11 el viernes por la mañana le dije a Ian, el caddie de Fleetwood: este era el momento

Del duelo ante Tiger y DeChambeau, el sábado por la tarde en el foursome, me llamó la atención que iban muy desconectados, cada uno a lo suyo. No se acercaban, no hablaban. Se enchufaron tarde en el partido y lo cierto es que Francesco y Tommy estuvieron inabordables. Os lo digo en serio, como lo siento, un foursome sin bogeys en el Golf National es una locura. Y eso es lo que hicieron Molinari y Fleetwood.

Junto a Víctor García y Sergio García, celebrando la victoria. © Pello Iguarán
Junto a Víctor García y Sergio García, celebrando la victoria. © Pello Iguarán

Si nos vamos al domingo, hubo varios momentos claves. Uno fue el medio punto que arrancó Paul Casey a Brooks Koepka. En el campo, los que íbamos por detrás, sentíamos que ese medio punto era vital. Es cierto que se podía ganar después, pero perder los tres primeros partidos habría sido duro, no tanto por el marcador en sí, como por lo que supone de presión extra para los que vamos por detrás.

En el campo se sintió que el medio punto que arrancó Casey a Koepka fue vital

En este sentido, también fue clave el punto de Jon Rahm ante Tiger Woods. Por dos cosas. Por lo que suponía para Europa, ganar el primer punto completo del día, como por lo que supuso para Estados Unidos ver caer a su jugador emblema, que venía además de ganar el Tour Championship.

El cuatro momento crucial fue cuando llegamos al green del hoyo 15. Aquello fue alucinante. A nuestra derecha teníamos a Ian Poulter con Dustin Johnson, a nuestra izquierda a Sergio García con Rickie Fowler y en una pantalla gigante estábamos viendo con el rabillo del ojo a Rahm y Tiger en el 17. Son momentos en los que tratas de mantener la calma por todos los medios, pero no es fácil porque sabes que ahí se está decidiendo la Ryder.

Me sorprendió lo desconectados que iba Tiger y DeChambeau

Nos dio mucha tranquilidad ver a Poulter en green, a Rahm en calle, a Tiger en el rough y a Sergio en el green del 16. Ahí pensábamos que la Ryder estaba ya encarrilada, contando además con lo bien que lo estaba haciendo Henrik Stenson por detrás, otro pilar de tranquilidad en una jornada de nervios.

Con la Copa y Víctor García. © Pello Iguarán
Con la Copa y Víctor García. © Pello Iguarán

Curiosamente, tardamos unos minutos en saber oficialmente que Europa ya había ganado la Ryder Cup de manera matemática. Cuando pegamos el tiro en el 16, que ya era un hecho con el medio punto de Francesco y el medio de Sergio, no lo sabíamos. No hay tanta gente del equipo en el campo como para que vayas perfectamente informado y era difícil estar al tanto porque no puedes despistarte de tu juego.

Jugamos el hoyo 16 sin saber que Europa ya había ganado la Ryder Cup

En cuanto a nuestro partido individual frente a Mickelson, para mí el golpe clave fue el wedge del 14 a green. Phil venía remontando y apretando mucho y cazó la calle del 14. Nosotros, raro, nos fuimos al rough. Por suerte la bola se quedó bien y pudimos hacer un buen golpe de colocación. Pusimos la pelota en la zona alta de la calle y desde ahí podíamos ser más agresivos. Si nos hubiéramos quedado en la parte baja de la calle tendríamos que haber jugado de manera más conservadora. Francesco pegó un golpazo con el wedge, botó en el hoyo, pero la bola hizo el primer backspin de la semana y se quedó a unos cuatro metros. Dentro. Fue un putt crucial.

Algunos detalles que se me han quedado grabados de la Ryder (hay más, pero aquí tenéis una selección):

– La buena energía que fluía entre Molinari y Fleetwood, así como con Ian, el caddie de Tommy y yo. No se puede pedir más para una pareja. Puede parecer obvio después de ver el resultado, pero os aseguro que es muy complicado conseguir esa química… Y salió de manera natural.

Olazábal no estaba dentro del vestuario, pero se dejó sentir en el equipo y con mucha fuerza

– El papel de Sergio García en el vestuario. Enorme. Es un líder. El primer día tras la sesión de foursomes hizo una broma que destensó muchísimo el ambiente. Todos nos reímos y aplaudimos. Fue uno de los grandes momentos en el vestuario.

Sergio García hizo una broma el viernes que se convirtió en uno de los grandes momentos del vestuario

– Otro gran momento de vestuario fue Ian Poulter vestido de buzón el domingo. Impresionante. Muy divertido. Hubo mucha compenetración y comunicación entre todos, empezando por el capitán, Thomas Bjorn. Muy buen rollo.

Celebrando la victoria. © Golffile | Eoin Clarke
Celebrando la victoria. © Golffile | Eoin Clarke

– Un ejemplo gráfico. El domingo de individuales decidimos llegar todos a la misma hora al campo y desayunar juntos. Si cada uno hubiera hecho su propia rutina, el que salía primero habría estado desayunando solo. Más presión. Fue un equipo. Nos arropamos.

El domingo decidimos desayunar todos juntos a pesar de que había mucha diferencia de horarios: nos arropamos

– Lo de Sergio fue espectacular. La Ryder Cup le da un plus, le hace rendir a un nivel increíble, lo eleva.

– Muy buena también la Ryder de Jon. Su punto ante Tiger fue clave y lo cierto es que debió ganar también el que jugó con Rose. Lo hicieron muy bien y sólo se decidió por detalles. El último día tenía mucha presión y encima jugando con Tiger. Y sacó el punto. Muy grande.

– Un diez al Golf National, a la organización, al público, a la preparación del campo… Ha sido una sede extraordinaria. Creo que París debe marcar el camino, debe ser un referente en futuras Ryder Cup. El ‘set up’ del Golf National no pudo ser mejor. Matrícula de honor para el español Alejandro Reyes, greenkeeper jefe. Había que ganar de tee a green. Y esto fue crucial.

Ha sido una sede extraordinaria. Creo que París debe marcar el camino, debe ser un referente en futuras Ryder Cup

– La presencia de Olazábal. No estaba dentro del vestuario, pero se dejó sentir y con mucha fuerza. Cuando nos puso el vídeo de motivación con Olazábal, Huggett y Torrance, Bjorn nos contó que la charla con Chema fue muy emocionante. Tardaron mucho en grabarlo porque no podían contener las lágrimas. No es sólo lo que dice, sino cómo lo dice. Consigue que los jugadores sientan la importancia de la Ryder Cup.

* Pello Iguarán es el caddie de Francesco Molinari