Inicio Blogs Caddielandia De rodillas en el green haciendo la ola a mi jefe…

De rodillas en el green haciendo la ola a mi jefe…

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Matteo Manassero, en el Irish Open. © Golffile | David Lloyd
Matteo Manassero, en el Irish Open. © Golffile | David Lloyd

Ha sido el primer albatros de mi vida. Vaya por delante que no lo he hecho yo, que no se equivoque nadie, pero sí es la primera vez que veo uno en directo y, hombre, teniendo en cuenta que lo ha hecho mi jefe, Matteo Manassero, me permitirán que al menos comparta un pelín la gloria, pero sólo un pelín, ojo. Jamás había visto ni hecho uno. Así que se pueden imaginar. Ha sido una ‘vibrada’ en toda regla…

Ha ocurrido en el hoyo 7, nuestro antepenúltimo hoyo de la segunda ronda del Dubai Duty Free Irish Open. El drive de Matteo ha salido un poco por la izquierda, ha rebotado en una pequeña duna de rough y ha terminado en el semi-rough, muy bien colocada. Tenía 250 yardas a la bandera, con el viento a favor, ayudando, de las siete de la tarde.

Al principio, hemos dudado entre palos. Estábamos entre el hierro 2 y el hierro 3. Sin embargo, rápidamente Matteo ha dicho que el hierro 2 le parecía mucho y yo he apoyado completamente esa decisión.

Le ha pegado muy bien y ha salido por el sitio, directa al mástil grande que hay detrás de green para ayudar a tener una referencia en estos tiros ciegos. Ha entrado en green por la izquierda de la bandera, a unos cuatro o cinco metros y hemos dejado de verla porque el green está en alto.

De repente, hemos oído una catarata de aplausos y a algún alegre seguidor local gritando “in”, “in”… Pero si algo te enseña el golf es que hay que ser cauto. No nos fiábamos. Sabíamos que el golpe había sido bueno, pero dentro… Me adelanté un poco y en cuanto pude ver el green completo y comprobé que la pelota no estaba, lo supe… ¡¡¡DENTRO!!!

Matteo ha cogido la pelota ante el alborozo del público y yo me he arrodillado en el green y le he hecho la ola… No era para menos. Vaya golpazo. Ha sido espectacular. Lo he celebrado mucho, pero más bien por dentro. Sabía que aún teníamos dos hoyos difíciles por delante, 8 y 9, y había que mantener la concentración.

No obstante, lo mejor será que os deje este vídeo de mi ‘jefe’ contando el hoyo en uno y grabado en el interior de la casa club del Strand Course de Portstewart. Una cosa más que contar a los nietos…