A las ocho de la mañana arranco el Open de España junto a la sudafricana Lee Anne Pace y la inglesa Charley Hull. Es un torneo muy especial. Tengo muchas ganas de jugar y de hacer una buena semana, aunque ahora mismo es una incógnita cómo voy a responder.
Llevo dos semanas en las que apenas he jugado al golf. Después del US Open necesitaba un descanso. Son ya 15 torneos esta temporada y me hacía falta parar. La semana pasada, además, fue San Fermín y, como digo yo, ahora mismo tengo el swing de San Fermín, las bolas van para cada lado, pero bueno, trataremos de sacar la garra y darlo todo para que salga bien.
Han pasado muchas cosas últimamente. De hecho, han sido dos semanas de locura. Justo después del US Open estuvimos un par de días en Colorado, en el campo donde se va a jugar la Solheim, junto a las capitanas y otras jugadoras que tienen opciones de meterse en el equipo. Nos quedamos en unas casitas que están al lado del campo, en Denver, y lo pasamos muy bien. Hicimos grupo, conocimos el campo y fue muy divertido. Un gran ambiente. Por cierto, os adelanto, el recorrido me traslada en cierto modo al Reino Unido, es tipo links, con bastante viento y calles más bien anchas.
Después del encuentro Solheim, volví a casa y, ya sabéis, San Fermín. Es una vez al año y hay que disfrutar. Fue increíble. Vinieron Laura, una amiga colombiana, la profesional australiana Stacey Keating y Marta Silva. Salimos un par de días y lo pasamos muy bien. Vimos un encierro y Stacey estaba alucinada. Me decía: “estoy hay que verlo para creerlo”.
Por cierto, por si alguno se lo está preguntando, nunca me he puesto delante de un toro, creo es una locura. Cuando ves el tamaño del animal y los cuernos que tienen, te das cuenta de que sólo puedes tener problemas, así que mejor se lo dejo a otros. Pese a todo, vimos los toros, el rejoneo y nos gustó mucho.
El pasado domingo me vine a Madrid y estuve viendo el musical del Rey León junto a Laura y Javi, mi caddie. Y desde el lunes con los cinco sentidos puestos en el Open de España. He jugado 36 hoyos y el campo está muy bien, los greenes más bien blandos y hace mucho calor. Se le pueden hacer pocas, pero en cuatro días no creo que se llegue a dos dígitos.
Mientras jugamos el Open tendremos también un ojo puesto a lo que está ocurriendo en Muirfield. La semana del British motiva mucho y ojalá el domingo tengamos a un español levantando la Copa. Suerte a todos y, en especial, a Sergio que ya sabéis que me gusta mucho.
* Foto de Felipe Pérez
