Hola a todos, os escribo de vuelta de Zarautz, donde por fin he podido jugar unos hoyos. Vaya invierno. Desde que volví de Australia, imposible. Mucho frío y todo nevado en Ulzama. Pero bueno, es lo que toca en esta época.
Quería contaros cómo han sido las tres primeras semanas de competición. Empezamos en Australia y fue una pena. Llegamos justo cuando un ciclón estaba azotando a Queensland. Fue tremendo. No pudimos entrenar y casi, ni salir a la calle. En realidad teníamos problemas incluso para dormir. Compartí alojamiento con Belén Mozo en un piso decimotercero y era impresionante cómo se movían los árboles, lluvía, frío… Empecé el torneo un poco floja, pero el fin de semana estuvo bien.
Después jugamos en Nueva Zelanda, Christchurch, y el campo era curioso, como un links, me recordaba al Reino Unido. Los primeros días jugué bien, pero no sé qué me pasó en la última vuelta. No me encontraba para nada, hacía viento y no me salía ningún golpe, todo al revés. Al final, firmé un 80 que no me esperaba, pero bueno hay que aceptarlo, esto también es golf.
La gira terminó con el Open de Australia. Me encantó el campo. No jugué muy fina. Los hierros se me iban a la izquierda, pero saqué las vueltas con mucha garra y haciendo mucho approach y putt. Hice una media de 27 putts, que está muy bien. Al final, quedé sexta, contenta porque era también un torneo del LPGA Tour.
Y ahora estos días estoy entrenando, no mucho por lo que ya os he comentado del tiempo, y preparando el torneo de la próxima semana en China. Se juega el World Ladies Championship y yo voy por primera vez. Es un torneo muy original, ya que se juega individual y también por equipos. Yo juego con Tania defendiendo a España. Ojalá nos vaya bien.
Y de China pego el salto a Estados Unidos. Voy a estar siete semanas y juego cinco torneos. Así que ahora me esperan unas semanas moviditas. En Europa no hay torneos, así que aprovecho para jugar el LPGA Tour.
¡Ya os iré contando cómo van las cosas!
