Cómo se sufre cuando vas siguiendo por fuera de las cuerdas y ves que no salen las cosas. Era el partido perfecto para el sábado. Sergio García y Rory McIlroy juntos. Una gozada…
Ideal para disfrutar de dos jugadores excepcionales. Pero ya veis lo que ha pasado. Ha sido una pena. Todo se ha torcido desde el principio, aunque Sergio al menos ha conseguido recuperarse y acabar bajo par.
Yo creo que la clave ha estado al inicio de la vuelta. Han caído unos bogeys muy rápidos y sin que fueran malos golpes. Así es muy difícil jugar un sábado, ya que empiezas a pensar que se te está yendo el tren y te presionas más. Ves las pizarras aunque no quieras y escuchas que otros jugadores están haciendo cosas buenas. El público te va marcando lo que está pasando. Lo importante en el caso de Sergio es que ha conseguido recuperarse al final y hacer dos birdies para acabar en números rojos. Eso es muy positivo y dice cosas muy buenas de la actitud.
Igual esa lucha acaba teniendo premio el domingo. Estoy convencida de que Sergio está totalmente capacitado para tirar una vuelta muy baja el último día y subir muchos puestos en la clasificación. Incluso, podría meterse entre los cinco primeros.
Os tengo que reconocer que lo he pasado muy mal desde fuera. Sientes mucha impotencia porque no puedes hacer nada y quieres ayudar. Ves que están dando golpes buenos, pero que no hacen pocas. Cuando estás en el campo y las cosas te pasan a tí no sufres tanto.
Pero bueno, un torneo son cuatro días y aún queda uno más. Los segundos nueve hoyos de hoy deben decir algo. Acabar bajo par ha sido algo muy bueno.
