Primero os cuento una noticia. Javi Urquizu, mi inseparable caddie habitual, no estará conmigo esta semana. No sé lo que nos pasa con los British, pero parece que tenemos la negra. El año pasado fue la intoxicación con el pollo y este año ha sido un problema físico.
Sentía que tenía el hombro y el brazo mal, le dolía mucho y resulta que tiene una calcificación que le roza con el hueso y que no le permite llevar la bolsa. Uan faena. No puede hacer nada, así que se vuelve a San Sebastián para que lo miren y ojalá se pueda recuperar a tiempo para la Solheim y después para los torneos de Portland y Canadá. Está bastante rallado con esto que le ha pasado, así que ojalá pueda hacer una buena semana para dedicársela y levantarle el ánimo.
No obstante, y pese al revés, todo queda en familia. Resulta que Íñigo Urquizu, su hermano, profesional y caddie habitual de Alejandro Cañizares en el Circuito Europeo, estaba aquí para vernos durante la semana y al final se va a poner la bolsa al hombro y me va a acompañar.
Llego al British después de hacer top ten en el Open de España. La semana en Madrid fue bastante positiva. Después de dos semanas descansando, en San Fermín, con amigas y sin entrenar demasiado, la verdad es que acabar séptima me da mucha fuerza.
La semana pasada entrené con Rogelio Echevarría y nos hemos preparado muy bien. He practicado todas las parcelas del juego y especialmente los golpes bajos contra el viento. Ojalá salga una buena semana. Me hace mucha ilusión este torneo.
Mañana os contaré qué supone el British para mí y, más concretamente, St Andrews.
