Inicio Blogs David Durán AHÍ ESTÁ (OTRA VEZ)

AHÍ ESTÁ (OTRA VEZ)

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Cómo ciega el brillo refulgente y poderoso del triunfo. Nos impide mirar más allá con excesiva frecuencia. Por eso, aprovechando precisamente la flamante victoria de Sergio en el Byron Nelson, libre por tanto de la tentación de justificar a un jugador de la Armada española, quizá sea bueno recordar que García, además de sumar veinte triunfos en los dos grandes circuitos (11 en el European Tour y 9 en el PGA Tour), en otras 42 ocasiones terminó en segunda o tercera posición, contando sólo, insistamos, sus registros en los dos grandes circuitos.

Seguro que Sergio no es un ‘closer’ (como dicen los norteamericanos) asesino, un cazador letal, un ganador impenitente e insaciable. Pero siempre regresa al redil de la gloria. Y, sobre todo, siempre encuentra el modo de citarse dos, tres, cuatro, cinco veces al año con la posibilidad de la victoria. Incluyendo en su agenda de citas, de tanto en tanto pero de manera regular, los grandes eventos, majors y WGC.

Este es su sello. Su valor. La expresión de su talento, claro, pero también el fiel reflejo de una larga carrera bien ordenada y enfocada como una interminable marcha de fondo. Que no sólo de talento vive el hombre, ni siquiera Sergio García.

Puede que no sea un ‘killer’, pero desde luego lo fue en sus años mozos y no seré yo quien descarte que vuelva a serlo, templado en la madurez deportiva. No es tarde. Verbigracia: ayer, en tierras texanas, recordó más que nunca la mejor versión de ‘El Niño’. Fue emocionante. Allí estaba, revolviéndose con coraje ante cada dificultad y bien plantado en el tramo final de su vuelta, buscando con determinación y golpes excelentes los birdies victoriosos. Ayer su actitud, positiva y dispuesta en todo momento, fue premiada. Ayer, inmediatamente después de enviar Koepka su bola al agua desde el tee en el hoyo de desempate, Sergio García empaló el mejor drive de la semana, una bomba formidable, agarrando por el cuello la oportunidad que se le había brindado. Como hubiera hecho el ‘closer’ entre los ‘closer’, uno que viste de rojo y negro los domingos.