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Lo que Rahm debiera recordar de la lección de hace veinte meses

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Jon Rahm en el Andalucía Valderrama Masters 2017. © Golffile | Eoin Clarke
Jon Rahm en el Andalucía Valderrama Masters 2017. © Golffile | Eoin Clarke

Hace veinte meses, en octubre de 2017, Jon Rahm disputaba su primer torneo profesional en España. Lo hacía en Valderrama y en el torneo que hoy es el Estrella Damm N.A. Andalucía Masters, justo el que se juega esta semana, también con la presencia del joven vasco.

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Entonces, Jon falló el corte. Ni siquiera llegó a acariciar la posibilidad de meterse en el fin de semana. Diez bogeys en 36 hoyos y una escasa aportación de sólo tres birdies tuvieron la culpa. Esto, en lo que respecta a los grandes números. Pero hubo desde luego causas concretas que provocaron tales registros y que van más allá de una simple semana de mal juego y escasa fortuna. Seguro que el de Barrika, así como su caddie, Adam, vienen con la lección aprendida y unos cuantos puntos subrayados:

– En Valderrama los pares son muy buenos y hay bogeys que también lo son. Muy en la línea de un US Open cuando la USGA ejerce de implacable institutriz, si se permite el guiño más o menos gracioso. Forzar la marcha o salirse del plan establecido no suele ser recomendable.

– A Jon, hace veinte meses, le pudieron por momentos las ganas de agradar, de reventar el cotarro, circunstancia que esta semana llevará bajo control, sin ninguna duda. Las ganas llevaron a la precipitación y, de hecho, en aquel torneo le sucedió con demasiada frecuencia que encadenó un error a otro, un bogey a otro.

– En Valderrama hay que asumir, tanto o más que en el Augusta National, que los buenos tiros, excelentes incluso, no siempre encuentran recompensa. Además, los malos tiros en Valderrama suelen pagar un peaje más caro que en el coloso de Georgia, por seguir con la comparación. Digerir con lucidez esta realidad y no buscar imposibles es un factor clave.

– Y un último apunte, en realidad relacionado con alguno de los anteriores, que no siempre tuvo en cuenta el de Barrika hace veinte meses: en Valderrama, normalmente, los birdies no se buscan, sino que caen por su propio peso. O dicho de otro modo: la excesiva agresividad en los greenes puede ayudar en un momento dado, qué duda cabe, pero no debería formar parte de la hoja de ruta (igual que en Augusta).

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