Inicio Blogs David Durán Lo único que nos pone a todos de acuerdo (aunque a veces...

Lo único que nos pone a todos de acuerdo (aunque a veces no lo parezca)

Compartir
Dustin Johnson. © Golffile | Scott Halleran
Dustin Johnson. © Golffile | Scott Halleran

No hay rastro alguno de mentira, doblez o media verdad en el estricto quehacer profesional y en los resultados de Dustin Johnson, LeBron James, Leo Messi o Rafael Nadal. Lo que hay es lo que hay y a la larga todos sabemos quiénes son los mejores, cómo y por qué. Puede que usted sienta mayor apego por Jon Rahm, Kawhi Leonard, Cristiano o Federer; o que incluso reconozca en ellos más capacidades y atractivos, pero ni unos ni otros, en ningún caso, dan pie al menor atisbo de duda: son extraordinaria y rotundamente cojonudos en lo suyo.

¿Quién es el golfista español que más ha subido este año en el ranking mundial?

Ni siquiera hace falta irse al más alto nivel, a los números unos y dos. De igual modo, todos sin excepción estaríamos de acuerdo en que Gerard Moreno también es realmente bueno en lo suyo. Y Juancho Hernángomez. Y Pablo Carreño. Hasta Matt Kuchar se las arregla para ser muy bueno… Sí, estaríamos todos de acuerdo, aunque a veces no lo parezca en el fragor de mil debates picones de barra de bar.

VÍDEO | Los mejores golpes de Seve Ballesteros en la Ryder Cup

Por saber, hasta podemos saber quién es el número 763 del mundo en una determinada actividad deportiva, según unos criterios homologados y aunque sea por aproximación. Pensémoslo bien: no son certezas banales en un mundo en el que tantas veces prevalecen los mediocres, arribistas, pelotas y demás ralea parásita.

Campillo Rules: Cuando debo decidir entre jugar al bogey o arriesgar…

En un año ruin y perverso como este 2020 que al fin nos deja, rebosante de incertidumbres, infames mentiras, medias verdades, medias mentiras, escepticismo, desorientación, desconfianza, hastío, disparates, TRISTEZA, desesperación, apatía y cruda impotencia; en un año en el que a la Humanidad se le han visto algunas costuras profundas y delicadas, el deporte aún se refuerza más en el contraste y en sus constantes de pura verdad: están los muy buenos, los buenos y los menos buenos (los tramposos, que los hubo, los hay y los habrá, suelen ser reconocidos y sancionados). Por eso, creo, nos consuela y nos gusta tanto. Hasta nos reconcilia con el Homo Sapiens, si nos ponemos estupendos, porque de alguna manera es lo único que, a solas cada cual, nos pone de acuerdo en lo esencial.

Blog de David Durán